El Barça tiene el derecho de caer, pero lo imperativo es volver a levantarse

2017-12-29T15:04:47+00:00 2017-12-29T15:07:21+00:00.

GiorgosIoakimidis

29/Dec/17 15:04

Eurohoops.net

El FC Barcelona Lassa está atravesando un momento muy difícil en la Euroliga, pero Eurohoops cree que una de las potencias del torneo solo necesita permanecer fiel al modelo sólido que seguía durante tantos años.

Por Nikos Varlas/ varlas@eurohoops.net

La primera vuelta de la temporada regular concluye hoy con el Barcelona viajando a Moscú para enfrentarse con el Khimki Moscú de Georgios Bartzokas.

El entrenador griego encontró un nuevo equipo y se mudó a una ciudad diferente después de una temporada nefasta, pero los problemas y los interrogantes siguen en pie en la ciudad condal.

El Barcelona lleva cinco partidos perdidos y tiene un balance de 4 -10. Ha caído al decimotercero lugar en la clasificación y está junto con el AX Armani Exchange Olimpia Milán, ya a cuatro victorias de los equipos que ahora ocupan el octavo lugar. Las cosas pintan mal para el nuevo entrenador del Barcelona, Sito Alonso, y sus jugadores en un esfuerzo por evitar una temporada que será tan difícil como la pasada.

Después de 14 jornadas, ya han perdido mucho terreno y la segunda vuelta arranca con un enfrentamiento con el CSKA Moscú en Barcelona y continúa con visitas a algunas canchas muy complicadas (Panathinaikos Superfoods Atenas, Fenerbahce Doğuş Estambul, Olympiacos de El Pireo, Maccabi FOX Tel Aviv).

Antes de seguir con el análisis de los apuros de las últimas dos temporadas, echemos un vistazo a lo que significa la franquicia catalana para Euroliga: ¡se trata de una de las potencias más constantes, tradicionales y consistentes desde el comienzo del torneo!

FC Barcelona Lassa como sinónimo de permanencia en el nivel más alto

El Barcelona se convirtió en el primer club de este siglo en alcanzar los 400 partidos euroligueros en su partido de ida de la segunda jornada ante el Estrella Roja. Son uno de los cuatro equipos (junto con Olympiacos, Baskonia Vitoria Gasteiz y Zalgiris Kaunas) que nunca han faltado una temporada en la máxima competición europea, contando con 18 apariciones consecutivas en la era moderna del torneo.

Además, junto con Olympiacos, es el único equipo con 11 apariciones en los playoffs desde que se establecieron en la temporada 2004-05. De hecho, el Barcelona comenzó la temporada pasada como el único equipo con 11 apariciones consecutivas en los playoffs, pero esa racha pronto llegaría a su fin.

Desde 2002, cuando comenzaron los Final Four, el Barcelona cuenta con siete apariciones y dos títulos, en 2003 y 2010. Esa tasa de 7 de 17 (41,2%) apariciones en una Final Four es, junto con la del Maccabi, la segunda mejor entre los equipos de Euroliga, solo por detrás de un insuperable CSKA que tiene 14 apariciones en las Final Four en el siglo XXI.

El Barcelona comenzó esta temporada con un balance de 274 victorias y 124 derrotas (una tasa de 68.8%), el segundo mejor récord por detrás del CSKA (77.6%).

Está claro, entonces, que estamos hablando de uno de los poderes más consistentes en la historia moderna y uno de los equipos más exitosos en términos de continuación en el nivel superior.

En busca de su identidad desde 2016

La última Final Four del Barcelona fue en 2014 en Milán, que dejó un sabor amargo tras la paliza por el Real Madrid en la semifinal (100-62). Esto fue seguido por las eliminaciones de los playoffs en 2015 por el Olympiacos y en 2016 por el Lokomotiv Kuban.

En esas dos temporadas, perdieron tanto la liga ACB como la Copa del Rey, así que a finales de la temporada 2015-16 se decidió cerrar el gran capitulo que llevaba el nombre de Xavi Pascual y que había durado nueve años.

Fue un gran cambio. Si tenemos en cuenta que durante aquel verano las personas responsables de la sección de baloncesto en la junta directiva del club también se fueron, entonces podemos ver que el Barcelona hizo una reconstrucción a todos los niveles.

A decir verdad, lo que se puede ver en la cancha desde entonces es que el Barcelona ha estado buscando una nueva identidad y consistencia en términos de su juego, pero aún no lo ha encontrado.

Unos resultados sin precedentes

Durante la temporada 2016-17, Bartzokas fue elegido para suceder a Pascual. Por primera vez, el Barcelona no llegó a los playoffs y completó una temporada euroliguera con un balance negativo de 12 victorias y 18 derrotas. También fue una temporada infructuosa en las competiciones nacionales. Siempre hubo la excusa de las lesiones, ya que el equipo fue plagado de esas sin poder tener una plantilla completa durante toda la temporada pasada.

En el verano de 2017 se decidió rescindir el contrato con el entrenador griego, que fue sucedido por Sito Alonso. Se hicieron muchos cambios en el roster, muchos jugadores salieron, muchos llegaron, y los que se quedaron fueron: Pau Ribas, Juan Carlos Navarro, Petteri Koponen, Víctor Claver, Ante Tomic, Sasha Vezenkov, que jugaba raramente, y el joven letón, Rodions Kurucs, que no jugó en absoluto.

Los jugadores en los que el Barcelona invirtió para un mejor presente y futuro son: Thomas Heurtel, Kevin Seraphin, Adam Hanga, Adrien Moerman, Pierre Oriola, Rakim Sanders y Phil Pressey.

Y sin embargo, la situación no ha cambiado. El balance de 4-10, las cinco derrotas seguidas a estas alturas, los grandes altibajos, todo muestra que el Barcelona no ha logrado salir del abismo en el que se ha metido las últimas dos temporadas.

¡La paradoja de las estadísticas!

Lo extraño es que las estadísticas del Barcelona hasta ahora no coinciden ni explican sus actuaciones y las 10 derrotas antes del final de la primera vuelta de la temporada regular incluso han terminado.

El equipo de Alonso ocupa el quinto lugar en cuanto al índice de rendimiento, quinto en ataque (con 80.8 puntos en promedio), primero en asistencias (20.5 por partido) y primero en la proporción de asistencias y pérdidas de balón, con 287 asistencias y 167 pérdidas de balón (171.86%).

Incluso en defensa, donde obviamente tienen muchos problemas, hay siete equipos que encajan más de 79,9 puntos, el número que el FC Barcelona Lass tiene en promedio.

Se requiere tiempo y confianza; ¡la química no se puede comprar!

En primer lugar, tanto en los deportes, como en la vida, todos tienen derecho a pasar un mal tiempo. El FC Barcelona Lassa no es una excepción. Durante muchos años, el club ha sido un modelo a seguir en lo que tenía que ver con la consistencia. Ahora, ha caído, pero es imperativo que vuelva a levantarse. Los cambios que se realizaron en el verano de 2016 fueron unos cambios bastante grandes y fundamentales. Se cambió el poder ejecutivo, la plantilla fue modificada en gran medida, y lo mismo sucedió el verano pasado.

El Barcelona tiene jugadores de calidad y un roster bastante profundo. Pero el equipo necesita tiempo, un entorno estable y, sobre todo, paciencia y confianza.

El entrenador tiene que confiar en sus jugadores y viceversa. La gerencia también tiene que confiar en el entrenador. La química no es algo que surge en un abrir y cerrar de ojos. Todo eso hace maravillas en los deportes, pero no se puede comprar. Se construye y se adquiere al tener fe en un plan a largo plazo y, más que nada, con el tiempo.

Cuando tiene estas cosas, es mucho más fácil hacer las correcciones e incorporar y desvincular cada verano a jugadores de la manera correcta, evitando errores. El Barcelona no necesita más que seguir siendo fiel a su historia y al modelo que el equipo adoptó durante tantos años para reencontrar el camino hacia la cima.

Una filosofía constante, un entrenador estable que se quedará y trabajará durante años (como sucedió con Pascual), una columna vertebral de jugadores españoles mezclada con jugadores extranjeros que puedan encajar de forma armoniosa y que se queden por muchas temporadas y se identifiquen con el club.

La paciencia es una virtud, y en el período de transición que está atravesando el equipo azulgrana, la clave para quienes tomen las decisiones es adherirse a un plan correcto y tener fe, una fe ciega, independientemente de los resultados. Esta es la única forma de que se justifiquen los esfuerzos de alguien, que tenga éxito y gane títulos. Así se puede crear un equipo que, cuando llegue a la cima, se quedará allí por mucho tiempo.

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