Alex Reyes: “Supe que no iba a continuar en Bilbao un mes antes de acabar la temporada”

Por Adrián Garitaonaindia Jiménez/ info@eurohoops.net

4 de julio de 2020. Un joven alero extremeño de 26 años de edad recala en el Bilbao Basket firmando un contrato por dos temporadas. Aún sin saber que su estancia en la capital de Bizkaia, en el Botxo como le llaman los lugareños, iba a ser de casi un lustro.

Alex Reyes pasó las últimas cuatro temporadas de su carrera profesional en las filas de los Hombres de Negro. Logrando desarrollar su talento y establecerse en la siempre tan difícil Liga Endesa, también consiguió completar otro hito como debutar con la selección nacional de España. Ahora, 165 partidos con la elástica negra después, su periplo en el País Vasco ha tocado a su fin y desde el equipo de Eurohoops no hemos querido perdernos la oportunidad de charlar con el excelso tirador español.

Llegó desde la LEB y ha acabado jugando Europa y ACB. Más de 160 partidos como MIB. ¿Se esperaba mantenerse tanto tiempo en la élite?

Cuando llegas ya a este nivel y después de la primera temporada que, sobre todo, fue la de adaptación y se me hizo cuesta arriba… pero una vez que pasó esta temporada, la verdad que me empecé a encontrar más cómodo en la liga. A jugar en Europa sí que es verdad que también hay que adaptarse, el nivel de la competición a nivel físico y de contacto es más alto, entonces también es cuestión de hacerse a ello.

¿Si me veía aguantando tanto tiempo?, sí. La verdad que me considero un jugador que a base de trabajo suelo ganar todo lo que consigo. Tal y como he dicho, a partir del primer curso te vas asentado y sintiéndote a gusto compitiendo. Por supuesto que me veía compitiendo a ese nivel. Y todavía me sigo viendo.

Logró debutar con España.

Fue de las mejores, sino la mejor experiencia que he tenido hasta el día de hoy en el baloncesto. Considero que es el resultado de tanto trabajo durante tantos años. Fue una semana que disfruté desde el primer momento y que intenté sacarle el máximo provecho . Ojalá que vuelva a tener la oportunidad de vestir esa camiseta porque para un deportista, creo que es de las cosas más bonitas que puedes llegar a experimentar.

Su desarrollo fue bueno jugando en la segunda unidad. Este año parece que se le pidió dar un paso más y, pese a actuaciones notables con la protagonizada frente a Granada, las cosas no salieron del todo como esperaba. Además llegó Hornsby y lo acabó desplazando. ¿Cómo sintió esto?

A principio de temporada todo apuntaba a que iba a ser la temporada del siglo. Realizamos una muy buena pretemporada, el curso anterior acabamos con muy buenas sensaciones… pero cuando empieza la temporada las cosas no salen como todo el mundo quisiera.

Si que es verdad que, yo con mis características de jugador, pues hay épocas que no acaban de salir las cosas. Cuando el acierto falta el resto del juego se ve perjudicado. Llegamos a un momento en el que, unido a que el equipo no está funcionando del todo bien y que hay jugadores que no estamos aportando lo que debiéramos, se busca el refuerzo de Hornsby con el único objetivo. Lo realmente importante, que el equipo no sufra y se mantenga en la competición.

A mi el entrenador, según se anuncia el fichaje, tiene una charla conmigo y me comenta que voy a ser yo el que más perjudicado se va a ver en este caso en cuanto a minutaje. En ese aspecto, lo primero que le dije fue que “por supuesto”, que el objetivo prioritario es el bien del equipo y que mi papel ahora pasaba por seguir trabajando. Dando el máximo en cada partido, en cada entrenamiento y en cada ocasión.

Después llega el momento de Granada, ese punto de inflexión, quizá podríamos decirlo, también coincidiendo con la lesión de Xavi en el partido anterior, me da la opción de jugar más. Cuando se suma ese acierto y esa capacidad de anotación para mi resultó en un momento importante pero sin perder de vista que cuando Xavi se recuperara los demás iban a recuperar sus rotaciones en el equipo.

El final de temporada tampoco fue el que yo quisiera, realmente el que nadie quisiera. Más aún cuando yo tenía sabido que no iba a continuar en Bilbao, pues acaba de esta manera la temporada, con poco acierto, falta de victorias…

Ha sido una temporada complicada con muchos altibajos, pero es también parte del deporte profesional. No siempre sale todo como te esperas y estas ocasiones son una buena manera de darte cuenta que no puedes perder el foco en ningún momento.

A nivel personal. ¿Cómo le sienta a un jugador siempre predispuesto como usted, que le comuniquen que van a incorporar a una nueva pieza y que su tiempo de juego va a caer en picado?

Es duro, por supuesto. Pero yo también venía de varios partidos con poca aportación en pista y entonces, te lo digan o no, ya vas viendo por dónde van a ir los tiros. Hubo algunas semanas para asimilar la decisión. Obviamente, son duras y más habiendo estado tan presente en la rotación. Pero ahí tuve una reacción muy buena y mi actitud dio un paso adelante. Afronté esto de la mejor manera posible, haciendo lo que está en mi mano. Yendo a entrenar al 100%, tener buena cara en todo momento, animar a mis compañeros… todo eso me ayudó también a recuperar ese nivel que había perdido un poco antes de las navidades. Muestra de ello fue el partido contra Granada, que creo que es el primero en el que tengo ocasión de saltar a pista de nuevo durante bastantes minutos, y a partir de ahí mantener una buena línea de rendimiento.

Pero si, fue un momento complicado y a ningún deportista le gusta que le digan que se va a quedar sin jugar. Seas del equipo que seas y tengas el rol que tengas, a todo el mundo le gusta jugar, y eso es así. Me lo tomo como un buen aprendizaje y saco en positivo la manera que tuve de afrontarlo.

El minutaje tan reducido e intermitente parece ser un obstáculo en el rendimiento de un jugador. Quizás más en el de un tirador.

Es un caso complicado, porque cuando ya tienes en mente que en teoría tus minutos en pista van a ser pocos, ya sales pensando que según entras tienes que empezar a funcionar y producir para el equipo. Eso puede salir en contra o a tu favor, y los jugadores de mis características, tiradores, fallamos más que acertamos.

No hay ningún jugador que vaya a acertar más que fallar, todos tenemos un trabajo de riesgo. Si a eso le unes ese factor de que vas a jugar poco, pues te obliga en momentos a salir con la mentalidad de tener que hacer lo máximo posible en el tiempo que salgas. 

La mentalidad del querer hacer y querer ayudar tiene que estar ahí. Esa es la manera de afrontar esas situaciones, pero, obviamente, en una vertiente que no sea destructiva.

¿Qué cree que le ha faltado para acabar de explotar como MIB?

Considero que una parte muy importante de esto es el acierto y la tranquilidad. Tuvimos una pretemporada en la que empezó el acierto por las nubes, luego cuando comenzó la liga y empezaron a jugarse las habichuelas el acierto no estuvo ahí como yo hubiese querido.

Eso genera ansiedad, quizá la necesidad de tener que meter si o si, tengo compensar lo del otro día… creo que es un error. Esto unido a que el equipo no acababa de jugar como quisiéramos, que hay varios jugadores que no estamos en nuestro mejor momento, y esto nos lleva a una situación en la que han habido momentos en los que hemos estado desordenados, muchos haciendo la guerra por su cuenta puntualmente. Se nota, y todo ello creo que conlleva a que se llegue a la situación de que se busque un refuerzo.

Su mejor momento en Bilbao.

He tenido varios. Por supuesto, a nivel individual, varios partidos como el de Granada que siempre quedará ahí u otros en Bilbao, como contra el de Zaragoza el año pasado, que me dan un poco alas a nivel individual.

A nivel grupal, que es igual o más importante, hay muchos partidos que se quedan grabados en la memoria. Ganar al Barcelona o Madrid, que no es tarea sencilla, y otro partido muy bonito fue el de Baskonia este año en Miribilla. En los cuatro años que llevaba en la liga, salvando los dos partidos de Palencia que hemos perdido, no me quedaba ningún otro equipo al que ganar que no fuese Baskonia. Digamos que me saqué la espinita que tenía clavada y puedo decir que he ganado a todos los equipos de la liga estos cuatro años. Es algo muy bonito.

¿Le queda alguna espina clavada durante su periplo como Hombre de Negro?

Lo de no llegar más lejos en la FIBA Europe Cup no fue una espina, fue una espinaza [risas]. De haber hecho un partido correcto en Bilbao, hubiésemos tenido muchas posibilidades de llegar a la final. Te queda esa espinita de que el partido en el que te despides de Europa en casa es un desastre absoluto. Un partido de -25 que nos pasan por encima, un equipo super organizado, estructurado, duro, con acierto.. te pasan por encima y es muy complicado volver a cogerles.

Luego hay otras dos, que espero que pueda solventar en años posteriores, que espero poder solventar en los próximos años, que ha sido no poder jugar ni Copa del Rey ni Playoffs ACB. El PO sobre todo estuvimos muy cerca en mi segunda temporada cuando nos ganó el Betis en Miribilla cuando no tenían nada que jugarse, y nos quedamos sin el pase. Confiábamos en vencer pero al final las cosas no salieron y tuvimos que hacer la cena de fin de temporada a las carreras [risas].  Y por otro lado, la Copa del Rey, que también hemos llegado a quedar muy cerca de poder entrar.

Cómo se produjo la salida.

Fue Bilbao quien no quiso continuar conmigo. Es algo que yo supe con un mes de antelación a acabar la temporada, pero realmente no fue algo que me pillase por sorpresa. Sabiendo que entraba poco en los planes del equipo y en la rotación, con las malas sensaciones en pista… Todo ello me llevaba a pensar que el año que viene seguramente no iba a continuar en el equipo.

Primero me lo comunicaron por vía interna, mis agentes, que todo apuntaba a que la continuidad iba a ser complicada y ya cerca del final de la temporada me lo comunicó el club. Entonces ya sabiéndolo con tres/cuatro semanas de antelación te vas haciendo a la idea.

Dicho esto, Bilbao es un club señor y en todo momento el trato que ha tenido conmigo ha sido fantástico.

¿Cómo encara un jugador esa decisión con varias jornadas por disputarse?

Es duro, pero esto también es parte del profesionalismo, aunque te den una noticia que no es agradable, yo me propuse que el final de temporada fuese lo mejor posible. Por desgracia, esto no terminó siendo así, pero en mi mente lo único que había era despedirme de la mejor manera de Bilbao, ganando partidos, pero no pude conseguirlo.

Me voy un poco triste por el hecho de despedirme de una manera que no me hubiese gustado. Lo ideal hubiese sido acabar con buenas sensaciones y tener una temporada un poco más regular, pero este es el deporte y a veces suceden estas cosas.

Tanto usted como Tomeu Rigo se han despedido catalogando a Bilbao Basket como “familia”.

Bilbao es un club pequeñito, compuesto por 20 personas, no más. El trato con el jugador siempre es muy bueno, muy cercano. Es gente muy normal, hacíamos vida de ocio incluso con gente del club, de las oficinas, delegado, fisio… digamos que era como una pequeña familia. No se como será en otros clubes, pero aquí he estado muy a gusto. Cualquier jugador que haya estado en Bilbao te podrá decir algo similar sino lo mismo. Es una familia y es algo a lo que los jugadores damos importancia y valoramos.

Sabíamos del objetivo de la salvación y de las complicaciones económicas por la deuda que se lleva arrastrando tiempo, y nunca no han metido presión extra ni transmitido nervios a los jugadores. Sé de otros equipos por otros compañeros que sí han sufrido este tipo de situaciones, que cuando las cosas se han complicado han ido al cuello a por los jugadores.  Afortunadamente, estos casos son muy pocos, pero los hay. En todo momento Bilbao ha sido un club que te transmite serenidad y confianza, dándote la opción de aportar lo que tienes dentro. 

Es libre tras cuatro años y el mercado de fichajes ya está aquí. Cómo se vive desde el punto de vista del jugador.

Estos años pasados cuando veía cómo transcurría el mercado de fichajes, me gustaba seguirlo. Ver los rumores, dónde puede encajar cada uno, pensar quien puede fichar a quien. Y ahora lo veo en primera persona, lo veo con esa intriga y nervios por saber que pasa.

¿Veremos a Alex Reyes en ACB el próximo curso?

Yo espero ver a Alex Reyes en ACB. Es mi principal baza. Realmente y siendo totalmente honesto, a día de hoy no se nada de lo que va a pasar el año que viene.

Me gustaría estar en en un equipo donde realmente se me quiera a mi, donde lo que pueda aportar Alex Reyes tenga valor y tenga importancia. Cualquier sitio donde tenga ese hueco y me quieran, será buen sitio.

Sea península o islas, ya veremos. Todo es un supuesto ahora mismo y no creo que sea algo que vaya a moverse al menos hasta que transcurra la primera ronda de Playoffs.

acb Photo / A. Arrizabalaga

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