Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
El Real Madrid tiene que recalcular el recorrido. La temprana eliminación de la Turkish Airlines Euroleague obliga a reorganizar los objetivos y centrar el foco en lo que está por venir. Con una sola competición en el horizonte, los rivales deberían temer al gigante blanco.
Tras perder Supercopa y Copa del Rey ante Unicaja y caer en la máxima competición continental ante un Olympiacos con cartel de favorito, la temporada del Real Madrid tiene más sombras que luces, está repleta de unos grises que no dejan ver la luz al final del túnel.
“No somos de autocomplacernos con algo que no nos basta”, confirmaba Mateo después de quedarse fuera de la Euroliga. La meta se ha reducido a una: la Liga Endesa. Ganar el campeonato doméstico puede ‘maquillar’ un año de transición y cambio, de despedidas e incertidumbres.
El dominio en España será mayor
El Real Madrid acumula 17 victorias seguidas en ACB (25-4), y es primero en la clasificación con buen margen sobre La Laguna Tenerife (23-7), que tiene incluso un partido más. Un dominio incontentestable que puede ser incluso mayor en las próximas semanas.
Los técnicos han mencionado decenas de veces la dificultad de ser competitivo en la liga nacional y dar una buena imagen en la Euroliga. El nivel de los equipos, sumado al exigente calendario, hace que cada 2-3 días haya un partido que requiera el máximo de los jugadores.
“Son superhéroes, muchas veces lo digo“, comentaba Chus Mateo en rueda de prensa tras la eliminación ante Olympiacos. “Tenemos que hacer un esfuerzo muy grande para compatibilizar estas dos ligas“, añadía el técnico blanco.
Sin perder un partido en ACB desde el 22 de diciembre, el Real Madrid ha demostrado tomarse en serio una competición cada vez más reñida y con los demás equipos sintiendo a lo grande las consecuencias de jugar entre semana.
Escenario atípico
Presentes en ocho de las útimas diez Final Four (sin participar en 2016 y 2021), el Real Madrid siente que le falta algo a estas alturas del año. Una plantilla confeccionada para alternar competiciones, para tener rol marcados y esos “superhéroes” de los que hablaba el entrenador blanco para sacar los partidos adelante cada tres días como si fuese algo normal.
Con algunos jugadores perdidos en la rotación de las últimas semanas (Rathan-Mayes, Ndiaye e incluso Hugo González e Ibaka), el tramo final de campaña servirá para el descanso de algunos que arrastraban problemas físicos, como es el caso de Gaby Deck, que no terminó de recuperarse de su lesión ante el FC Barcelona, y de ver qué puede funcionar y qué no de cara al año que viene. Si es que no se ha visto ya.
Con un ojo puesto en la próxima temporada, en la oficina blanca pueden aprovechar las próximas semanas para apuntalar una plantilla que, salvo mayúscula sorpresa, tendrá numerosos cambios. En una época de transición, con leyendas dejando el vestuario y ‘parches’ que resuelven el corto plazo, serán meses de sentarse y conformar el nuevo proyecto.
Con cinco partidos restantes antes de los Playoffs de Liga Endesa, el Real Madrid mira más allá del presente. La calma de no prepararse para dos competiciones del máximo nivel deja un escenario de centrar esfuerzos al 100% en el campeonato doméstico, además de empezar a pensar en la temporada que viene y no volver a caer en los mismos errores.