Por Michalis Gioulenoglou/ info@eurohoops.net
Limassol, Cyprus– Imaginen a un joven de 19 años recibiendo la primera llamada que podría definir su vida. Su carrera. De un lado, Sergio Scariolo. Del otro, Mario Saint-Supéry.
El entrenador que vinculó su nombre a casi todos los grandes éxitos de España no dudó en perder al MVP “no oficial” del EuroBasket 2022, Lorenzo Brown. ¡Llamó a Saint-Supéry, de Gonzaga, en su lugar para que se hiciera cargo de España!
Y en los tres primeros partidos, parece haber asimilado su papel. Un Principito entre los reyes (¿premiados, pero ex?) de Europa, que ganó el torneo anterior.
La referencia a “El Principito”, el héroe del escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, no es casual.
Como el propio base español admite a Eurohoops, su familia está emparentada con el icónico autor. “Sí, es totalmente cierto. La conexión con el Principito es real; mis padres me dicen que mis abuelos eran parientes suyos“, dijo Saint-Supéry.
Y aunque esta vez, su debut en el Eurobasket no parece un cuento de hadas, y puede que no tenga un final feliz, es el comienzo de un viaje mucho más largo e interesante.
“Siempre con un balón”
“Vengo de un pueblito muy pequeño de España, Rincón de la Victoria, en Málaga. Es un pueblo maravilloso, pero mis padres me criaron toda la vida con un balón de baloncesto. Y por eso he llegado hasta aquí”, declaró el base español a Eurohoops, que en unas horas se enfrentará al ex MVP de la Final Four de la Euroliga, Kostas Sloukas, en un partido decisivo.
¿Y qué hay del cuento de hadas que vive en el EuroBasket 2025? “Es curioso, pero estoy viviendo mi sueño, estoy viviendo mi historia, y eso es lo que tengo que seguir haciendo”, afirmó.
Photo credit: FIBA