La campeona del mundo sobrevive a un superlativo Doncic

FIBA

Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net

Lo intentó Eslovenia hasta el final de la mano de un Doncic sobrehumano, pero la campeona del mundo accede a semifinales (99-91) despertando a tiempo y firmando un último cuarto más que sólido. Los de Mumbrú aprovecharon los tiros libres y la falta de acierto de los de Sekulic desde el triple (9/39). 

Luka (39+10+7) dio todo lo que tenía en pista, y condicionado por las faltas a 17 minutos del final. Una vez más, Eslovenia mostró una personalidad que no se compra, y estuvieron cerca de dar la campanada. Los germanos se medirán a una colosal Finlandia que dejó por el camino a Georgia.

Eslovenia salió con todo

Eslovenia empezó con las ideas claras. Buscando triples en cada jugada (1/5 en los primeros tres minutos), trataba de poner distancia desde el inicio. Doncic tuvo una técnica a los dos minutos, y las continuas protestas hacían saltar las alarmas. Alemania encontraba a Wagner con Theis generando desde poste alto, pero no parecía suficiente (8-11).

Obst metía ritmo desde fuera y Luka se desesperaba en el banquillo. La estrella de los Lakers quería correr, con Muric y Hrovat como sus mejores amigos en la pista. Metió dudas en los campeones del mundo, él entraba en combustión y sabemos que es capaz de hacer lo que sea. El 21-32 al final del primer cuarto desataba el delirio en la grada.

Maodo Lo trató de poner algo diferente desde el banquillo, pero Alemania no conseguía dar el paso adelante incluso sin Doncic en pista. Les costaba encontrar huecos, pero volvió a ser Theis con buenos bloqueos el que se encargaba de apagar los fuegos (34-36).

Ni un Doncic que empezaba a encontrar sus clásicos tiros tras bote podía frenar el torbellino germano. Bueno, volvió a sacar su magia y dejar jugadas imposibles, pero tenía tres faltas antes del descanso y eso lastraba todo. Prepelic lideraba un sprint final que ponía a Eslovenia 45-51 en el camino a vestuarios. 

Alemania despertó… a tiempo

Eslovenia estaba muy cómoda, y la cuarta de Doncic llegó a los dos minutos de la segunda parte. Sekulic arriesgó al máximo y le dejó en el partido para que comandara ataques que salían con facilidad, sobre todo en el 2vs2 y encontrando a sus interiores (52-59). 

El toma y daca era constante, con Alemania buscando transiciones para que Bonga o Wagner finalizaran con facilidad. Cargaban los de Mumbrú con fuerza el rebote ofensivo, y lamentaba en la banda los fallos de Schröder desde el triple (que sumaba 0/7 en triples por aquel entonces). Volvía a ser Prepelic el que ponía la directa para aumentar la ventaja de cara al último (70-74) y dar esperanza. Con un triple de Tristan da Silva estratosférico de por medio.

Esto fue la chispa que necesitaba Alemania. Obst con un triple a una pierna, bien Wagner… y en un minuto metían un parcial de 7-0. Las caras eran diferentes y volvían a divertirse en pista. Sacaron el rodillo, el público apretaba y volvían a demostrar por qué son campeones del mundo (82-79).

Doncic volvía a ponerles por delante (85-86), y no había dicho aún su última palabra. Magia en cada posesión y liderando hasta el último aliento. Theis sacaba tiros libres que eran petróleo con dos minutos por jugar (92-87). A partir de ahí, continuos parones, mucho barro y Alemania controlando todo para la victoria (99-91) y pasar a semifinales. 

A pesar de los 39 puntos, 10 rebotes y 7 asistencias de Luka, los campeones del mundo tiraron de talento individual para llegar a semis y tratar de conseguir el oro europeo que tanto se les resiste.

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