Antonio Martín: “Las personas no deben ser más importantes que los proyectos”

Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net

Desde que fuera elegido Presidente de la Asociación de Clubs de Baloncesto, Antonio Martín nunca había concedido una entrevista a un medio que no fuera español… hasta ahora.

Diez meses después de su elección, el primer presidente de la ACB con pasado como jugador atendió a Eurohoops tras la Final Four de la Basketball Champions League en Bélgica y abordó todos los temas de actualidad del baloncesto nacional y europeo.

¿Qué tal su estancia en Amberes?

Muy bien. Contento porque tenemos equipos españoles en las principales competiciones Europeas. En este caso Iberostar Tenerife está trabajando muy bien y consolidando su proyecto con una nueva final de la Basketball Champions League, a la que agradezco muchísimo la invitación a este gran evento donde hemos podido hablar de baloncesto y disfrutar de un gran ambiente en un pabellón espectacular.

Siempre quise preguntarle cuánto echa de menos a su hermano y si cree que él hubiera querido para usted que se ocupara del baloncesto como lo está haciendo al frente de la ACB

Imagínese. El próximo diciembre hará ya 30 años… pero es como si fuera ayer. Aún es duro para mí. Después de unos primeros años de impacto todos los recuerdos de Fernando son buenos. Respecto a lo segundo, creo que no. Sin duda él era ese tipo de persona que cuando se retirara no pensaría más en baloncesto. Haría otras cosas. Igual que he hecho yo. Trabajé en finanzas más de 10 años, luego volví al Real Madrid como ‘General Manager’ y después estuve trabajando en mis empresas y proyectos otra larga temporada. Ahora he vuelto porque creía que había una posibilidad de mejorar el baloncesto en España desde la ACB. Me dieron la oportunidad de hacerlo y tenía que intentarlo.

¿Cuál es su principal prioridad como Presidente de la ACB?

No estamos sabiendo entender a las nuevas generaciones. Los jóvenes de 18 años ven el baloncesto de otra forma. Ellos utilizan varias pantallas… por eso la NBA está vendiendo baloncesto como lo está haciendo. Pero si hablamos de fútbol es lo mismo. El baloncesto es un producto que debe adaptarse a las nuevas costumbres. No es fácil, porque puedes tener una buena competición con grandes jugadores y creer que esto es suficiente. Pero no lo es. No llegamos a los jóvenes. Lo que pasa en la cancha es importante, pero nosotros no estamos haciendo lo correcto para ofrecer a los sponsors el producto que quieren. Ahora mismo vivimos unas costumbres opuestas a las de hace 25 años y hay que ponerse al día. Nuestro público no quiere logos en mayúsculas. Quiere imágenes y se las vamos a dar.

¿Ese es el camino?

Sí. Hay que ser más atractivos para los sponsors que necesitan estar en toda Europa. Por eso trabajamos cada día. Para cambiar el lenguaje y la imagen de la ACB. Por debajo de 35 años tenemos poca audiencia y tenemos que llegar a ellos. Estamos trabajando en hacer coincidir el territorio baloncesto con la gente joven porque ellos no van a venir al baloncesto, así que el baloncesto debe de llegar a ese territorio. Nosotros estamos en medio, así que tratamos de encontrar soluciones imaginativas. Por ejemplo, estamos trabajando con las Universidades para que sean partícipes y actores de nuestro deporte. Con programas de becas, audiovisuales…

¿Hablamos de frenar la fuga de talentos a los Estados Unidos?

No exactamente. No queremos competir con los Estados Unidos, porque vivimos realidades diferentes. En Bélgica no se van a gastar 80 euros cuando van a la cancha a ver un partido de baloncesto. El gasto medio en la Premier League no llega a 0,90 libras por partido aparte de la entrada. En España la gente va con el bocadillo al fútbol. Un espectador se confunde cuando no sabe qué competición está jugando su equipo y se acaba marchando. Muchas veces los problemas estructurales nacen y crecen por culpa de las relaciones personales y las personas no deben de ser más importantes que los proyectos.

Como presidente de la ACB, seguro que está muy interesado en el tema del calendario. ¿Cuál es su opinión acerca del calendario de la Euroleague y las decisiones de Bertomeu al respecto?

Él defiende los intereses de la Euroleague, no del baloncesto Europeo. Él quiere una competición fuerte en Europa y estoy de acuerdo. Lo importante es que, si eso afecta a nuestra liga, a nuestro país, a nuestro sector… nos afecta a nosotros. Si dejamos de ser atractivos tendremos un problema.

En España, Manresa, Valencia, Unicaja… pueden jugar Euroleague, pero en Grecia sólo dos. Pase lo que pase en la liga.

Haces el análisis de dos fotogramas de la película y hay que mirar la película completa. FIBA también hizo algo similar tiempo atrás. Las reglas de una liga local las puede poner Grecia para que la competición sea más equilibrada o más atractiva. Pero los problemas de una compañía privada como Euroleague donde ellos deciden quien juega o no es algo que afecta directamente a todas las ligas. Imagina que Unicaja gana la Liga Endesa esta temporada y no puede ir a la Euroleague. Estaríamos ante la misma situación que en Grecia. Vamos a trabajar, no hablando de EuroLeague, sino construyendo algo sólido entre nosotros. Estoy cansado de llantos. Quiero formar parte de un proyecto de cohesión. De fortaleza y alianza con la gente que puede tomar decisiones.

¿No le parece injusto que, por ejemplo en Grecia, un joven nacional sólo tenga 12 opciones de jugar en la EuroLeague? (6 por Panathinaikos y 6 por Olympiacos, según los cupos del país heleno)

En España sería una pregunta para compartir con el presidente de la FEB. Cuando tuvimos un máximo de dos jugadores extranjeros por equipo nunca ganamos nada como selección. Y lo sé muy bien porque yo estaba allí jugando. Cuando abrimos las licencias empezamos a ganar muchos campeonatos. No hay una formula perfecta. Por ejemplo, el Real Madrid se dio cuenta de que necesitaba una columna vertebral española y ahí están viviendo una etapa dorada y con gran identificación de su afición. Pero en Vitoria no lo necesitan de igual forma. En el caso del jugador griego: tiene todo el mercado abierto. No sólo el de Grecia. A mí las fronteras y limitaciones no me gustan, pero también me preocupa que haya pocos jugadores españoles en nuestros equipos y trabajaremos en ello.

¿Es una forma más adecuada de llegar al aficionado?

Para los chicos lo importante ya no es ver el partido, es llegar a otro tipo de producto. Las ligas y las competiciones son importantes, pero la gente quiere experiencias reales. En la ACB estamos intentando potenciar a nuestros personajes, para ello necesitamos crear historias y venderlas para llegar a la gente. Cuidar a nuestros jugadores y que los jóvenes sepan que están cerca de ellos. No sólo para que conozcan al jugador, sino para que se acerquen al personaje. Queremos héroes que los jóvenes puedan tocar…

Es más asequible soñar con ser Stephen Curry que LeBron James…

En la ACB queremos ser un producto de gente normal, de la calle. La comunicación está cambiando muy rápido: ya todo es audiovisual. Ellos necesitan historias y las debemos contar nosotros con los formatos adecuados para que escojan las que más les interesen.

¿Qué pasará con el calendario de la próxima temporada tras la ampliación de la EuroLeague?

El calendario es el calendario y el año tiene 365 días…Vamos a jugar los playoffs y en el caso de que haya un equipo español en la ‘Final Four’ de la EuroLeague en 2020 será malo para todos. Para ACB, pero también para EuroLeague y, sobre todo, para los aficionados. Nosotros no podemos cambiar nada porque, además, tenemos un Preolímpico el 12 de junio. El problema es que si EuroLeague aumenta jornadas entre semana igualmente tenemos que jugar un playoff y, si se parte para jugar la ‘Final Four’, será un mal escenario. Estoy abierto a hablar de soluciones.

¿Cómo ve el futuro de las competiciones Europeas?

En el futuro sólo veo dos competiciones en Europa. No cuatro. Hay una saturación y debemos huir de las ligas cerradas. Repito, no estamos en los Estados Unidos. Esto es Europa. Aquí el efecto ‘wow’ es muy importante. Es una locura confundir al aficionado, saturarlo. El aficionado del Barcelona en fútbol tiene fiesta si viene el Manchester un día. Si viene cada día pierde valor. El baloncesto es un deporte con un componente local muy importante. Por eso hay franquicias que crecen como Valencia o Tenerife, que es un ejemplo porque además no tiene deuda. El orgullo del componente local por pegarte con los grandes es lo que mantiene el fútbol. Necesitas un Ajax porque mi pregunta es ¿ha perdido valor la ‘Champions’ porque el Ajax haya llegado donde ha llegado? Todo el mundo está feliz. Dejémosles disfrutar un año. Al menos un año. A nivel audiencia no va a ser una catástrofe.

¿Teme que los grandes clubes de España abandonen algún día la ACB?

No tengo ninguna noticia de que ninguno quiera dejar la ACB. Y tampoco tengo que preocuparme por eso. Nuestro trabajo es hacer que la competición que dirijo sea suficientemente atractiva para que los 18 quieran participar en ella, no sólo los grandes. A día de hoy, varios proyectos LEB Oro trabajan para estar aquí y eso es muy bueno. Pero también tenemos que saber construir la escalera del talento. Se nos critica mucho, pero en LEB Oro hay equipos con una gran mayoría de extranjeros. Y en LEB Plata no puede ser que haya tan pocos jugadores españoles… estamos hablando también de la edad de esos jugadores. Pero el sueño al final es que el baloncesto se hable en la calle como antes y que los chavales reconozcan a sus ídolos. No puede ser que para que pase tenga que aparecer siempre un Gasol o un Papaloukas. Cuando era jugador había jugadores, no estrellas, muy conocidos que se sentían queridos.

¿Con qué sueña como presidente de la ACB?

Con que los 18 clubes se sientan representados por nosotros y al mismo tiempo crear un ecosistema para todos ellos siendo capaz de hacer que el sector crezca para que puedan generar lo máximo. A veces es difícil modelar un área común, pero nuestro sueño es crear una ACB más sólida y equilibrada en la que cualquiera pueda optar a ganar y a generar un negocio sólido. Y por encima de todo queremos que los chavales de 16 ó 17 años se vuelvan a poner camisetas del Valencia o del Madrid y sientan el baloncesto gracias a historias con recorrido. Como el baloncesto que yo viví cuando era jugador.

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