Por Javier Molero/ info@eurohoops.net
Isaac Nogués se ha convertido en uno de los grandes talentos jóvenes de futuro en el baloncesto español. La perla de la Penya decidió marcharse a la aventura, iniciar un nuevo camino en la G League. En un estrenado RIP City Remix (filial de Portland Trail Blazers), Nogués ha caído de pie, siendo una parte fundamental de la rotación y ayudando en cada área del juego.
El escolta de Badalona habla con Eurohoops sobre su experiencia en la liga de desarrollo, el motivo de la decisión y qué puede pasar con su futuro, entre otras cosas. Nogués, de 21 años recién cumplidos (febrero de 2004), decidió ser uno de los pioneros en nuestro país, apostando por una alternativa tan diferente como novedosa, y el resultado no puede estar siendo mejor.
Primera temporada en la G League, ya a mitad de la regular season, y bien asentado en la rotación…¿Cómo valora hasta ahora su año en Estados Unidos?
Hasta ahora, bien. Estoy contento. Muy sorprendido conmigo mismo. La gente me decía: disfruta la experiencia, que vaya bien la experiencia, cosas así… pero yo no venía a vivir una experiencia. Venía pensando que no iba a jugar casi. Voy a tener suerte para jugar y tener minutos, pero yo no venía aquí de intercambio ni de Erasmus.
Dejo a toda mi familia, todos mis amigos y toda mi vida en Barcelona y vengo a vivir solo. Vives con gente que tiene su vida, su mujer. Está saliendo todo como yo hubiera soñado en cualquier momento. Bastante adaptado.
No es fácil adaptarse a un calendario tan exigente, con poco descanso y continuos viaje. ¿Cómo ha sido ese proceso para ser una pieza importante en RIP City Remix?
Al principio, en los entrenamientos bien, no me sentía mal. Yo soy muy sincero conmigo mismo, sé el talento que tengo y el que no tengo y hasta dónde me llega el talento. Al principio, muchos entrenos son de cosas individuales, tiro, finalizaciones… y hablé con él (Sergi Oliva, entrenador) y le dije: esta gente se va a pensar que estoy aquí porque soy catalán y el entrenador es catalán. Y es algo que me preocupaba porque yo sabía que no era así.
Realmente Sergi (Oliva), no me conocía. A mí no me ficha Sergi, me ficha el GM de RIP City Remix. No tenía ni idea de quién era yo y yo tampoco sabía quién era él. Y yo decía: no es así, pero se lo van a pensar… (risas).
Los primeros cuatro partidos yo no juego nada. Juego quizá dos minutos en total. Estaban los two-ways, hay gente que tiene que jugar sus 35 minutos. Hasta el quinto o sexto partido yo no juego en rotación normal. A partir de ahí ven que puedo jugar perfectamente. Al final me lo he ganado yo. Mi entrenador no me ponía al principio porque no, si hubiésemos sido amigos me hubiese puesto desde el primer partido. Juego porque el equipo lo necesita también.
Hemos visto estadísticas suyas fuera de toda lógica, con números sobresalientes en rebotes, asistencias, robos, tapones…¿cómo se definiría como jugador?
Es muy complicado. Me considero defensor, defensor de élite. Creo que voy mucho más allá. A mí no me importa que la gente no lo valore, pero tengo mucha capacidad para pasar. Antes me han pasado una estadística de que, de cada 100 posesiones, soy el jugador que más asistencia da de la liga.
La gente piensa que soy mucho más reducido en ataque de lo que realmente soy. Yo sé que tengo muchos problemas en el tiro, pero puedo jugar. Al menos aquí, en España no sé. Me he demostrado a mí mismo que puedo jugar. Definirme… es difícil. Un defensor que puede pasar.
¿Qué diferencias puede encontrar entre el Isaac Nogués que se marcha de la Penya y juega en LEB Plata con Huesca y el de ahora? ¿Se ve capaz de hacer más cosas?
Realmente, yo en cadete jugaba de base en el Joventut. En LEB Plata, en Huesca, muchas veces también he jugado de base. Físicamente he mejorado, el tiro lo estoy mejorando mucho, aunque igual no lo sé transportar a la hora de jugar. Aquí tienes muchas horas para tirar.
En la Selección, por ejemplo, me tocó jugar de 4. Se basaba en rebotear y defender. Si es mi rol, lo hago. A la que cogía el rebote, la daba. Aquí me dejan porque saben que puedo hacerlo. Soy un jugador que puede hacer más cosas de las que la gente cree, pero si tengo que hacer algo en concreto, yo lo hago y no pongo ninguna pega.
¿Qué importancia puede tener la figura de Sergi Oliva en su día a día? ¿Le ayudó a adaptarse?
Al principio sobre todo me ayudó bastante. Sobre todo a la hora de explicarme cosas, de hablarme de los jugadores, de la liga. Tanto con él y Fabián (Tellez García), que es el segundo, son personas con las que puedes hablar de más cosas, estoy muy a gusto. He tenido mucha suerte.
Igual que te digo que no jugué al principio y me puso porque me tenía que poner entre comillas, yo creo que otro entrenador, si hubiera sido americano, aunque faltaran jugadores, igual no me había sacado. Considero que soy una persona con suerte y estoy muy agradecido de que me haya tocado él de entrenador.
¿Por qué decidió que la G League era la mejor opción para su desarrollo?
Es algo que hablé con mis amigos, me gusta hablar las cosas. La LEB Oro es una opción que yo valoraba, pero no sabía si nunca más iba a tener esta oportunidad de venir a Estados Unidos. Es algo que nunca había pensado, venir a Estados Unidos… siempre he sido un jugador de España, en ACB. Y me presentan esta opción y digo: ¿realmente qué puede salir mal? Que no juegue. Es lo único que veía yo que podía salir mal.
Mejoraría, entrenaría… también sería una experiencia no jugar, pero estaría con gente buena alrededor y aprendería y me tocaría volver a España el siguiente año. Hasta el 8 de noviembre, que es cuando empieza la liga, nadie te asegura si vas a seguir o no. Es como la Selección, hay 16 jugadores y hacen cortes. Confiaba en mí. En ningún momento pensé que me quedo en España y dejo la G League de lado.
¿Cree que este estilo físico, repleto de contacto y rápido potencia su juego?
Aquí por ejemplo, de mi físico no saco provecho. En España la gente dice que tengo un físico privilegiado, pero aquí no. Aquí muy normal comparado con el resto. Es un juego más físico, más rápido. Antes pensaba que sí, pero viendo los físicos de aquí no termino de ver ninguna superioridad y no veo que el juego más físico a mí me venga mejor.
Hemos visto en las últimas Ventanas FIBA cada vez más jóvenes vistiendo los colores de la Absoluta…¿cree que puede tener una llamada pronto por lo bien que lo está haciendo en G League?
Sinceramente, de momento no la veo. La Selección puede ser para jugadores como los que está yendo. En mi generación hay jugadores muy talentosos, prodigios. Hay algunos que siempre han estado en la lupa. Aquí en la G League no se me da tanta voz como a otros jugadores. No es algo que me importe, pero pienso que es una liga profesional de muy buen nivel. Considero a veces que hago cosas que se me podría dar más bola.
Pero yo no juego para eso. Yo juego para llegar a un objetivo. Creo que la Selección, al menos para este punto, teniendo esta edad, es para los jugadores que van ahora, de puro talento. No me pongo a su nivel, me considero que estoy un poco abajo.
La Penya puede tener las puertas abiertas, quizá un regreso a ACB…¿qué podría decirnos de su futuro? ¿Seguirá en Estados Unidos?
Todo está por ver. Yo llegué aquí pensando en jugar bien y algún día hacer lo suficiente para que me volvieran a llamar de España e ir a ACB. Pero he llegado a un punto que aspiro a un poco más, no que crea que tengo capacidad de jugar a más nivel, sino mentalmente yo quiero aspirar a más.
Aquí la gente me anima a la idea de presentarme al Draft, pero yo escucharé todas las opciones que se me den en España o cualquier lado. Aquí estoy contento ahora mismo también. Sinceramente tengo mucha incertidumbre con qué va a pasar conmigo.
Con gran parte de la temporada de G League consumada…¿cree que tomó la decisión correcta?
Sí, totalmente. Porque ha salido cara, pero podía haber salido cruz. Ha salido perfecto, nadie se lo esperaba. Ni yo tampoco. He tenido mucha suerte con los compañeros que he tenido. Con el staff, la gente de arriba de Portland… considero que soy una persona con suerte en muchos aspectos de la vida, y estoy muy agradecido. Por ahora, totalmente, ha sido una decisión correcta.