Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El camino de Hugo González hacia la NBA ya le ha brindado experiencias que muchos jóvenes promesas solo pueden imaginar.
Desde defender a algunas de las mayores estrellas de la liga hasta experimentar de primera mano el estilo de vida que rodea al juego, el base español reflexionó recientemente sobre lo que ha sido un camino formativo hasta la fecha en una entrevista con Drafteados.
Uno de los aspectos más importantes del desarrollo de González ha sido la oportunidad de defender a anotadores de élite de la NBA. Para él, esos momentos han sido una experiencia educativa al máximo nivel, pero no pudo hacerlo contra uno de sus ídolos. “Uno de mis jugadores favoritos de la NBA es Anthony Edwards. Tenía muchas ganas de jugar contra él”.
Sin embargo, esa oportunidad no se materializó del todo durante aquel partido en Minnesota, donde González no jugó.
También recuerda vívidamente su breve pero intenso enfrentamiento contra Kevin Durant, uno de los anotadores más imparables de la historia del baloncesto.
“Recuerdo haber jugado seis o siete minutos contra Kevin Durant”, recordó. “En los dos primeros minutos, le cometí dos faltas. No lo vi, no lo vi. Me engañó y no lo vi”.
La segunda falta llegó cuando González intentó ajustarse, intentando negarle el balón a Durant más cerca de la canasta. El silbato sonó de todos modos, para su frustración.
“Intenté empujarlo un poco más lejos para que recibiera el balón lejos de la canasta, y me pitaron falta”, explicó González. “Le dije al árbitro: ‘No es falta’. Entonces un amigo entrenador me dijo: ‘¿Viste cómo te miró? Te miró como diciendo: ‘Es falta’”.
Más allá de las faltas y el aprendizaje, González quedó impresionado por el dominio natural de Durant.
“Y luego lo ves jugar, y si solo te fijas en él, cuando quiere anotar, cuando tiene ganas de contribuir, de tirar o lo que sea, va y lo hace sin verte”, dijo González. “Simplemente va, recibe el balón, hace lo que mejor sabe hacer, que es ser imparable, y anota sin importar quién esté delante”.
Fuera de la cancha, González también se ha sentido impresionado por otra faceta de la vida en la NBA: cómo las franquicias tratan a los jugadores y a sus familias. Para el joven prospecto, el nivel de atención y cuidado fue algo que no esperaba del todo. “Eres un jugador de la NBA, pero es como si fueras una estrella de rock a dar un concierto. Es increíble”.
Ese trato se extiende mucho más allá de los propios jugadores. González destacó cómo las franquicias se esfuerzan por garantizar que las familias estén cómodas y bien atendidas los días de partido.
“Tanto a ti como a tu familia los tratan increíblemente bien”, explicó. “A veces le digo a mi hermano que los tratan casi mejor que a mí. En los estadios, ubican a las familias en salones especiales donde pueden quedarse todo el tiempo que quieran antes del partido, comer lo que quieran, con sofás y todo, por si no quieren ni salir a la grada a verlo”.
Los equipos también suelen organizar actividades para familias, algo que, según González, tiene un impacto directo en su tranquilidad como jugador.
“En ese sentido, ver a mi familia —mi madre y mi hermano, en mi caso— tan bien te da más tranquilidad y te permite despreocuparte”, dijo.