Por Alex Molina / amolina@eurohoops.net
Lo que en un principio parecía un cuento de hadas ha terminado siendo una pesadilla. Roger Grimau tomó las riendas del Dinamo Bucarest con toda la ilusión del mundo. Tras su paso por el banquillo del Barça, el técnico catalán se embarcaba en su primera experiencia fuera de España, asumiendo un proyecto ambicioso y en el que tendría estabilidad, ya que firmó por tres temporadas.
Según informan medios de comunicación rumanos, Roger Grimau ha dejado de ser entrenador del equipo. A pesar de la victoria del pasado fin de semana por 77-57 ante el Arges Pitesti, las cosas no iban bien en el equipo de la capital. El balance de 9-16 no es que deje al equipo lejos de los puestos de playoff, sino que tendrá que luchar por evitar el descenso. Las cosas iban mal y tenía pinta de que irían peor, ya que como declaró el presidente del club Ionuț Popa en una entrevista a GSP.Pro, no había signos de mejora inminente. “Ha sido cuestión de química. Probablemente esperaba que hiciéramos inversiones enormes el año que viene, pero le dijimos que desconocíamos cómo estaba la economía y que el presupuesto podría incluso ser menor. Tomó la decisión rápidamente”.