Ponitka y Polonia hacen historia

Por Alex Molinainfo@eurohoops.net

Polonia se ha convertido en la cuarta y última semifinalista del Eurobasket tras superar a Eslovenia por 87-90. Emocionantísimo partido que no se ha decidido hasta el silbato final y que ha tenido de todo: remontada, contrarremontada, polémica e incluso un jugador haciendo historia. Mateusz Ponitka fue el líder indiscutible de Polonia, que tuvo que ganar el partido dos veces para eliminar a la vigente campeona.

Tras un primer cuarto de igualdad (26-29), todo se rompió en el segundo. El festival ofensivo polaco fue demoledor, y la imagen de la selección eslovena, deplorable. Jugadores (de esos llamados pesos pesados, principalmente) más pendientes de recriminaciones que de bajar a defender. Y no solamente me refiero a quejarse a los árbitros, que dentro de lo que cabe se lo espera todo el mundo, sino a gestos, malas caras e incluso broncas a compañeros de equipo. Obviamente todo son risas cuando se gana, así que es cuando se pierde que hay que dar la talla, y hoy a los jugadores eslovenos se los ha visto excesivamente ofuscados… con ellos mismos.

Pero el descalabro polaco tras el descanso fue histórico. Obviamente que Eslovenia mereció lo conseguido, pero es una de esas ocasiones en que es más demérito del rival que cosa tuya. Tiros precipitados, tiros inentendibles, nervios y los nervios a flor de piel. Los polacos, quizás conscientes de que su primera parte había siendo inusitadamente buena, se vinieron abajo de forma increíble: del 39-58 al 63-64 en tan solo diez minutos de tercer cuarto. Y la cosa no mejoró en el último, ya que la ventaja llegó a ser de 5 para los eslovenos con el 73-68. Cancar (21 puntos) y Blazic (13 puntos, clave en la remontada) seguían sumando, asumiendo el papel que probablemente le tocaría a Dragic y Doncic, que si bien anotaron, no lo hicieron con regularidad.

A falta de tres minutos para el final, un casi siempre renqueante Luka Doncic (14 puntos, 11 rebotes y 7 asistencias pero con malos porcentajes y 6 pérdidas) cometió su quinta falta personal. El golpe moral fue duro, pero más aún lo fue la guinda de Mateusz Ponitka. El polaco firmó la mejor actuación del Eurobasket con una exhibición histórica, en todos los sentidos. 26 puntos, 16 rebotes, 10 asistencias y 3 robos para 41 de valoración, convirtiéndose en el tercer jugador en la historia de los Eurobasket en llegar al triple doble. Y si fue el mejor partido individualmente de este torneo fue por los números (innegables), el momento (cuartos de final) y cómo llegaron: triple y forzando falta en ataque en la siguiente defensa para cerrar el partido, no sin polémica final.

Photo Credit: FIBA.BASKETBALL

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