Como en la Divina comedia

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

Como ya hizo Dante Alighieri en la Divina Comedia, el Barça ha bajado a los infiernos para terminar en el paraíso: victoria azulgrana ante el Partizan por 80-89 tras uno de los mejores partidos de los azulgranas, por rival, momento y circunstancias. Si en el referente literario era Satanás -con sus tres bocas y todo eso- el que mandaba en el infierno, en el infierno de Belgrado es Dante Exum el líder, aunque hoy no ha podido hacer nada ante una grandísima versión del Barça.

Infierno serbio

A pesar de que la grada apretaba como siempre, el Barça no estuvo intimidado en ningún momento. La circulación de balón era buena, el bloqueo y continuación aún mejor y solamente los problemas de faltas de Satoransky eran la mala noticia para Jasikevicius. En el infierno de Belgrado, un hombre frío como el hielo pero al que le va la marcha emergió como protagonista.

Nicolás Laprovittola (25 puntos y 7 rebotes) tardó muy poco en aparecer en escena y suya fue gran parte de la culpa del gran inicio del Barça, pero con la llegada de los cambios y la segunda unidad, llegó también la igualdad.

El nuevo ídolo local

Lo que Laprovittola fue en el primer cuarto, Dante Exum (24 puntos) lo fue en el segundo. El exazulgrana no tuvo piedad de sus antiguos compañeros de equipo y se echó el Partizan a sus espaldas. Conocedores de las capacidades del australiano, la defensa del Barça le daba un metrito que no era problema para él, ya que estuvo (extrañamente, por las situaciones) acertado desde el triple.

El gran momento de Exum coincidió con el apagón del Barça. Lo que antes era fluidez en ataque se convirtió en un dolor de cabeza constante. Higgins, Jokubaitis… Nadie sabía muy bien qué hacer cuando llegaba el balón en sus manos, y el 45-44 al descanso fue un marcador que todos los azulgranas firmarían antes de empezar la guerra del Stark Arena.

Irremediable igualdad

Comentó muy acertadamente Jasikevicius al descanso que su equipo “estaba jugando bien pero falta dureza”, probablemente no por lo vivido en los 20 primeros minutos sino por lo que sabía que se vendría.

El tercer cuarto fue claramente azulgrana. El 13-22 tras el descanso le dio hasta 12 puntos de ventaja al Barça con el 49-61, pero estaba más que claro que el partido no iba a ser tan fácil. A los interiores del Barça les pitaron más de una falta en ataque (cuestionables cuanto menos), con las que llegaron los nervios -traducidos en técnicas- y la reacción local. Con el beneplácito arbitral, ya que la primera falta en el último cuarto del Partizan llegó a los cinco minutos, y al ritmo una vez más de Exum, los de Obradovic se reengancharon al partido y se acercaron hasta el 63-66.

Mirotic (19 puntos y 8 rebotes), que hace ya mucho tiempo que se apunta a todas las guerras debajo del aro, siguió haciéndose grande en la zona y permitió al Barça que la ventaja se mantuviera cercana a los diez puntos. El montenegrino, con la imprescindible aportación del dúo checo (14 puntos, 6 rebotes y 4 asistencias de Vesely, 10 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias para Satoransky) fue el pilar del Barça hoy, que ha mostrado una grandísima versión y ha confirmado su gran momento de forma.

Foto: FC Basket

 

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