Por Alex Molina/ info@eurohoops.net
El Barça ha dado un paso de gigante para asegurarse el factor pista en los playoffs de la Euroliga tras superar al Maccabi Tel Aviv por 92-89, un triunfo que ha llegado en el último suspiro gracias a la última genialidad de Laprovittola.
El partido venía marcado por el gran momento de forma de los macabeos y en especial de Wade Baldwin. El siempre complicado base llegaba al Palau con el premio de MVP de marzo bajo el brazo y con ganas de demostrarle a Kendrick Nunn que él es el mejor jugador ofensivamente de la Euroliga… pero ha tenido que dejar paso a los secundarios.
La segunda unidad de Kattash le ha cambiado la cara al Maccabi y ha revolucionado el partido. A pesar de que el inicio de encuentro fue ligeramente favorable al Barça, la segunda unidad visitante fue una revolución a la que el Barça le costó encontrar solución. Rivero y Di Bartolomeo se unieron a Nebo (14 puntos y 9 rebotes) para sembrar el pánico en el Palau, que veía como la primera desventaja llegaba con el 25-35.
A pesar de que los primeros nervios hicieron acto de presencia en el barrio de Les Corts, Grimau supo leer el partido y dio con la tecla. El entrenador catalán optó por el músculo y la apuesta salió bien. Parker lo puso fácil con su nefasto partido, pero apostar por Da Silva (10 puntos y 3 rebotes) e incluso Nnaji fue lo que necesitaba el Barça, que logró irse al vestuario incluso por encima con el 44-43 tras los dos primeros cuartos con gran parte de culpa para Abrines y sus aciertos desde el triple.
Uno de los llamados a ser protagonistas hoy estuvo muy apagado en la primera mitad, pero con su primera canasta despertó a la bestia local. Los primeros puntos de Lorenzo Brown fueron contestados por Jabari Parker, que encadenó tres triples consecutivos para poner un 60-52 que sabía a gloria. Lapro y Willy se unieron rápidamente al norteamericano para poner al Barça por primera vez diez puntos por arriba con el 69-59… y todo ello a pesar de los problemas políticos que se vivían en el Palau, con gritos a favor de Israel y Palestina por ambos bandos.
Puede que verse por primera vez a una distancia considerable relajara al Barça, pero lo cierto es que la salida del último cuarto fue malísima. Baldwin (22 puntos) activó el modo MVP y lo que hasta hacía bien poco era una cómoda renta, se convirtió en un peligroso 72-70. La zona israelí creaba muchas dudas en los azulgranas, pero el problema era que Blatt (9 puntos y 9 asistencias) y Di Bartolomeo (12 puntos y 4 rebotes) brillaban como nunca para poner al Maccabi por delante en el marcador 75-76. Los escuderos de Baldwin seguían masacrando desde lejos y por mucho que Vesely (17 puntos y 7 asistencias), Satoransky (2 puntos, 11 rebotes y 6 asistencias) y Parker (14 puntos y 3 rebotes) lo intentaran, la ventaja seguía siendo para los visitantes, que se aprovecharon de los nervios locales hasta que apareció el capitán.
El quinto triple de Abrines (17 puntos) puso un 87-85 en el marcador que fue absolutamente vital para el triunfo final. Llevar la sartén por el mango es vital en los finales apretados y tras muchos minutos, el Barça veía como era el Maccabi el que tenía que anotar para como máximo empatar. El dramatismo culé se calmó y Grimau apostó acertadísimamente por la vieja guardia para cerrar el partido, ya que a pesar de que cada ataque era un drama, se cortó la sangría en defensa. El intercambio de canastas terminó con el Barça con la última posesión (no voy a repetir lo de la sartén por el mango) y todo el mundo sabía que sería para Laprovittola (15 puntos y 9 asistencias), que no defraudó y con un triple marca de la casa decidió el partido, ya que Baldwin falló el triple para forzar la prórroga.
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