El Palau decidirá

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

La paliza de la serie ha llegado en el peor momento posible. Tras tres asaltos igualados a más no poder, el cuarto partido de la serie entre Olympiacos y Barça ha sido un auténtico recital de los griegos. A pesar de tener la oportunidad de sellar su pase a la Final Four de Berlín, los azulgranas han firmado un patético partido, cayendo por un 92-58 que habla por sí solo.

La inclusión de Kostas Papanikolaou no cambió nada en el Olympiacos. Bartozkas optó por darle entrada a su capitán de inicio, probablemente pensando más en el aspecto emocional que en los números, pero no fue el zurdo el protagonista. Moustapha Fall (12 puntos y 5 rebotes) se puso las botas en la zona culé y se aprovechó de su superioridad física respecto Vesely. Por mucho que el checo fuera el único con cierta clarividencia en ataque, el agujero en la pintura del Barça era enorme, con el internacional francés haciendo literalmente lo que quería en cada momento, aunque el Barça logró cerrar el primer cuarto con un 21-23 que invitaba a cierto optimismo.

A pesar de que el final del tercer partido fue caliente como pocos, el Pabellón de la Paz y la Amistad no estaba especialmente caliente. Puede que el extraño horario del partido y la presencia de los rayos de Sol que se colaban por las ventanas calmaran a los aficionados que se desplazaron hasta el Pireo, que se animaron, con razón, en el segundo cuarto. La entrada de los suplentes le sentó mucho mejor al equipo de Bartzokas, que olió la sangre y no dudó en aprovecharlo. Las pérdidas en el Barça se sucedían una tras otra, las luces se apagaron en ataque y si a eso le sumas un indigno porcentaje en tiros libres (3/9 en la primera mitad que llegó a ser de 1/7), la fórmula solamente da un resultado: paliza inminente. Con Petrusev (10 pnutos y 5 rebotes) y Milutinov (8 puntos y 11 rebotes) dominando una vez más la zona y Shaq McKissic (21 puntos y 6 rebotes) galopando a pista abierta, los griegos encadenaron un durísimo parcial de 15-0 que rompió el partido. Cierto es que las decisiones arbitrales no ayudaron (un claro campo atrás que terminó en técnica a Roger Grimau, una antideportiva en un 3+1 en el que el cilindro de Larentzakis es cuanto menos dudoso y una falta en defensa de Willy Hernangómez cuando estaba fuera del semicírculo), pero es aún más cierto que el Barça no encontró solución al aluvión rojiblanco. Por primera vez en la serie y para desgracia culé, el Barça se desconectó del partido y no tuvo capacidad de reacción, viendo como el marcador se disparaba hasta un dolorosísimo 45-26. Solamente la calidad de Parker y Satoransky, protagonistas una vez más, permitió al Barça marcharse al descanso con un 53-37 que dejaba cristalino lo visto en los primeros veinte minutos.

Distinta mitad, misma historia

El paso por vestuarios no cambió absolutamente nada. Varios jugadores azulgranas no estuvieron al nivel que requiere unos playoffs de la Euroliga. Brizuela no aprovechó sus oportunidades -fallos inexplicables a parte-, Da Silva y Jokubaitis no sumaron y otros, como Kalinic, ni entraron en el partido. Si el serbio llegó al Barça fue por partidos como el de hoy y por cuarta vez no ha hecho casi nada. El panorama era tétrico, con los primeros puntos del Barça tras más de cuatro minutos, pero por suerte para los catalanes, el nivel de acierto local no era mucho mejor. En pocas palabras, fue un desastre de tercer cuarto para ambos equipos que solamente un parcial de 0-8 animó un poco. El 61-45 despertó a los locales, que respondieron de la mejor forma posible. Kostas Papanikolaou encadenó tres triples seguidos que pusieron la ventaja local hasta el 72-47. 

Por mucho que la ventaja para el Olympiacos llegó a ser más amplia, ahí fue cuando ambos equipos firmaron el armisticio. Jabari Parker, Nico Laprovittola y Tomas Satoransky se miraron el último cuarto desde el banquillo y todo el mundo pasó a pensar en el quinto partido de la semana que viene.

Related Post