Se acabó el sueño

Por Alex Molina / info@eurohoops.net

El Barça se ha quedado fuera de la Final Four de Berlín tras caer en el quinto partido de los playoffs por 59-63. Partido de menos a más de los griegos que lucharán con Panathinaikos, Real Madrid y Fenerbahce por llevarse la máxima gloria europea.

A diferencia de otras ocasiones, en que tenía que pasar algo para que el público del Palau necesitaba algo para meterse en el partido, el factor local se dejó notar desde el salto inicial. Un quinto partido es lo más grande que puede albergar un pabellón (a excepción de la codiciada Final Four, obviamente) y el aficionado culé quiso ser parte de él lo más pronto posible, un apoyo que sirvió para potenciar la defensa pero no el ataque. Ninguno de los dos equipos veía el aro con claridad -cosas de los quintos partidos- y solamente Laprovittola y su magia permitieron al Barça escaparse ligeramente en el marcador con el 8-2.

Y Poco tardó en entrar uno de los máximos ídolos del Palau. Ricky Rubio dio un auténtico recital de como se ganan estos partidos y con su entrega hizo vibrar como nunca a los aficionados azulgranas y también a sus jugadores, que se empaparon de su pundonor. El capitán Abrines también tiro de esfuerzo para dejar huella en el encuentro y con el acierto de Willy la ventaja local se disparó hasta un ilusionante 18-9… que no duró mucho. A pesar de la disparidad de criterio arbitral, no fueron los de naranja los que propiciaron el apagón del Barça. A pesar de tener múltiples opciones para ello, el acierto exterior era nulo, las decisiones malas (mención especial para Kalinic y sus infinitas dudas en ataque) y con Parker queriendo ser demasiado protagonista y Vesely sin aparecer, era cuestión de tiempo que los griegos se acercaran, poniendo un escueto 27-25 en el marcador con el que se llegó al descanso.

Nadie esperaba que el partido se convirtiera en una oda al juego ofensivo y los pronósticos se cumplieron. Los dos equipos intercambiaban errores y algún que otro acierto puntual para mantener la igualdad. Solamente Milutinov y Laprovittola destacaban positivamente, mientras que en lo negativo… había más de uno. A pesar de que el Barça puso el 38-30 tras un triple de Abrines, la sensación que el Olympiacos estaba siempre ahí no se iba y el 40-40 al finalizar el tercer cuarto era la mejor prueba posible.

El último asalto comenzó con todo alegrías para el aficionado culé. Willy se hacía enorme en la zona (45-42) y la noticia del gol del Bayern corrió como la pólvora en el Palau. Incluso los árbitros mostraron un poco de clemencia y pitaron una antideportiva a favor de Lapro que el argentino aprovechó para poner el 47-42. Pero el Olympiacos seguía ahí… hasta ponerse por delante. Cansado de que le pasaran los bloqueos por detrás, Shaq McKissic anotó un triple que significó un 47-49 que fue un puñal devastador. Ver a los griegos por primera vez por delante en el marcador fue un golpe durísimo del que el Barça no se pudo recuperar, principalmente por dos motivos, la irrupción de McKissic, que firmó un último cuarto estelar, y los árbitros, que evitaron cualquier tipo de reacción azulgrana con unas decisiones más que cuestionables. Un ex del Palau como Papanikoalou puso el 49-57 a falta de 2:25 con el que el partido quedó sentenciado. A pesar de una reacción local, con Lapro perdiendo el balón con 54-57 en el marcador ya en el último minuto, el intercambio de golpes terminó beneficiando a un Olympiacos que casi hizo historia: el Fenerbahce se les adelantó como el primer equipo en ganar un quinto partido de playoffs fuera de casa. Ah, y encima remontó el Real Madrid. Noche negra en Barcelona.

Related Post