Por Alex Molina / info@eurohoops.net
El Baskonia ha tenido tres semanas para preparar el retorno a la Euroliga, pero la cosa no ha terminado muy bien. No jugar la Copa del Rey y las ventanas FIBA le han dado a los de Pablo Laso mucho tiempo para descansar y preparar el partido ante el Partizan, un duelo que encaraban con la casi necesidad de ganar si querían seguir soñando con seguir con vida pero que no ha tenido color.
Los de Obradovic se han llevado el duelo por 86-73 , un resultado que demuestra a la perfección lo visto en el Stark Arena, ya que a pesar de que ha habido reacción vitoriana, el Baskonia no ha tenido opciones reales de llevarse el duelo… y en gran medida ha sido por su pésima primera mitad. El 45-25 con el que ha terminado el segundo cuarto habla por sí solo, solamente ha habido un equipo en pista y Carlik Jones (21 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias) y Sterling Brown (19 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias) comenzaron su show particular.
Pero las cosas han cambiado mucho tras el descanso. Todo el mundo en el Stark Arena pensaba que la cosa estaba ya muerta y que el único misterio era el resultado final, un panorama que los de Laso han aprovechado para ir poco a poco recortando distancia. Ni la lesión de Markus Howard, que ha intentado volver pero sus problemas en el tobillo lo han impedido de inmediato, han cortado las alas baskonistas, que se han puesto a tan solo cinco puntos con el 72-67. El runrún en el pabellón era atronador y la posibilidad de meterse de lleno en el partido estaba ahí… pero unas imprecisiones en ataque y la irrupción de Isiaha Mike han finiquitado cualquier intento de remontada.