Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
Tavares da la victoria al Real Madrid en Belgrado (89-91) en un final agónico, resumen perfecto de lo preciosa que ha sido la temporada regular de la Turkish Airlines Euroleague. Los de Chus Mateo acumulan seis victorias seguidas… pero aún pueden ser 7º y no meterse al Playoff directo. Con 20-14, tendrán que esperar a ver lo que hacen Anadolu Efes y Barça.
Musa (15) y el pívot de Cabo Verde (14) fueron decisivos. Los minutos de Ibaka (11+10) volvieron a ser sensacionales desde la segunda unidad. De poco sirvieron los 22 puntos de Carlik Jones.
Como si fuera una partida de ajedrez, el inicio estaba en las pizarras. Brandon Davies sacaba a Tavares con facilidad y todas las posesiones pasaban por su mano. Campazzo, que viene de semanas irregulares, llevaba la batuta y encontraba al de Cabo Verde en poste alto para generar ventaja constante. Partizan incidía en el rebote ofensivo con un físico superlativo (7-9).
Ibaka daba soluciones en ataque
Explotando el bloqueo y continuación y encontrando las esquinas, el Madrid se sentía cómodo en ataque. Pero las fuerzas se igualaron con Carlik Jones creando dudas en la defensa blanco. Minutos de mucha calidad (otra vez) de un Serge Ibaka que dinamitaba desde el banco. El público apretaba, y los de Obradovic empujaban poco a poco hasta el 24-22 del primer cuarto.
Andrés Feliz subía la intensidad en línea de pase, y Garuba negaba el poste. Con un Ibaka omnipresente, los de Chus Mateo igualaban el físico. Minutos de barro y sin demasiados puntos, Partizan movía ficha buscando algo diferente. El talento individual de los serbios aparecía (36-34), y el Madrid tiraba de un Llull inspirado.
Musa era el referente ofensivo en sistemas plagados de aclarados para el bosnio. Bonga y Pokusevski mantenían a flote a los serbios, castigando con penetraciones. Pero los blancos tenían un puntito más, y no se fueron disgustados al descanso con un más que justo 46-48.
Cuando Tavares se hace grande en la pintura, es ingobernable. En rebote ofensivo, con 2+1.. el de Cabo Verde lleva un tramo de temporada sensacional. Pero Partizan confió en la amenaza del triple, con Jones y Marinkovic como ejecutores (63-56) y asustando con un parcial de 18-8.
Partizan se crecía
Hezonja, haciendo la guerra por su cuenta y empeñado en anotar, consiguió recortar la distancia a base de orgullo (64-61). Los puntos empezaban a aparecer en manos de las estrellas de Belgrado, y los de Chus eran incapaces de frenar en el 1vs1 (71-61). Los fallos en el tiro libre condenaron a un Real Madrid que se iba bajo de ánimos al último cuarto (74-65).
Poca fluidez de los blancos en ataque, ahogados por el físico serbio. Ibaka era la única solución en poste bajo, y un Llull inspirado por los cánticos e insultos de Belgrado (82-76). Ayudas tardías, el gran lastre defensivo, porque ofensivamente le salían las cosas a los de Chus Mateo.
Corriendo detrás de bloqueos y sin llegar a tiempo a lado débil, los blancos eran incapaces de acercarse. Campazzo y Hezonja agitaron el avispero (87-85) para romper con todo lo anterior a falta de un minuto. El base argentino lo igualó desde el tiro libre (87-87) con 40 segundos por jugarse. Llull silenció Belgrado a falta de nueve segundos (87-89), un pabellón que le había insultado todo el partido. Lo empató Carlik Jones y el Madrid tenía la última palabra con dos segundos. Final frenético en Serbia, delirio monumental.
Tavares silenció Belgrado
Y llegó su momento. Tavares estaba siendo el mejor del Real Madrid en los últimos partidos, y la figura de Kareem Abdul-Jabbar se apoderó del cuerpo del gigante blanco. Sobre la bocina sacó un gancho imprevisible sobre Koprivica para conquistar Belgrado (89-91) en un final agónico.
Los de Chus (20-14) estarán pendientes de lo que hagan Efes y Barcelona. Si ambos ganan, en un triple empate son los últimos y caerán al 7º. Si no, pasarían directamente al Playoff y se saltarían la fase del Play-in. Victoria heróica, la sexta consecutiva. Del tramo definitivo de los últimos cinco encuentros, han ganado todos los de Chus Mateo, incluyendo dos en Belgrado.
Fotografía: Real Madrid