La lupa analiza el estreno del Barça y del Real

Por Panos Katsiroubas/ info@eurohoops.net

La lupa se enfoca en todas las canchas europeas de la Turkish Airlines Euroliga y cada semana elige algunos de los partidos que roban el espectáculo en la máxima competición europea.

La defensa es alfa y omega de los rojiblancos

El Olympiacos ha arrancado el Top 16 de manera explosiva, parando al Barcelona Lassa gracias a su defensa de acero y lo ha derrotado con una facilidad característica. Si tuviéramos una cosa que decir acerca de este partido, habría que dar crédito al entrenador del Olympiacos y a sus jugadores por la increíble preparación defensiva y la entrega que demostraron durante todo el encuentro. El Barcelona es quizás el mejor equipo de la Euroliga en ataque posicional, pero fue atrapado en las trampas defensivas del equipo local y tenía dificultades para anotar un poco más de 60 puntos, tras haber promediado más de 80 tantos durante la temporada regular. En todos los aspectos de las puntuaciones Los helenos sacaron 10 de 10 en la defensa. Los de El Pireo rompieron la mayoría de las pantallas lejos de la pelota de los de Xavi Pascual, sin conceder puntos fáciles en las defensas de cambio, volviendo muy rápido y reaccionando velozmente en defensas de “close out”. La única forma con la que los visitantes podían anotar con consistencia era dentro de la pintura con Ante Tomic y sus compañeros de equipo expandiendo hacia fuera para que las jugadas de dos contra uno fueran más difíciles cerca de la canasta. Lo mismo ocurrió con Samardo Samuels, con la diferencia de que el Olympiacos optó por enviar ayudas para bloquear los tiros, con el pívot jamaicano siendo incapaz de pasar a sus compañeros abiertos.

El defensa del Olympiacos a lo largo del perímetro negó principalmente los botes de los bases de los catalanes, mientras que también hizo difícil la ejecución. En ataque el equipo local a menudo recorría a jugadas de bloqueo y continuación, aprovechando las lentas reacciones de Tomic y Samuels y encontrando pasillos abiertos tanto para pasar, como para llevar el balón  a lo largo de las alas que acabaron con unos tiros acertados de Evangelos Mantzaris, Daniel Hackett y Dimitrios Agravanis. Anotaron los 11 jugadores que pisaron la cancha, algo que muestra la eficacia con la que los griegos se aprovecharon de los puntos fuertes de su plantilla y de su profundidad. Los visitantes, además de la dificultad que tenían para encontrar tiros abiertos, no eran muy precisos, registrando un 43% en tiros de campo y un 30% en los de tres, mientras que no aprovecharon ninguna de las pocas oportunidades que tenían en el juego de transición. La defensa del Olympiacos ha marcado la diferencia en todos los sentidos dándole al equipo de El Pireo su primera victoria.

El factor ‘Chacho’ y la defensa de presión en zona

Un partidazo se disputó en el Barclaycard Center con el Real Madrid logrando remontar el partido contra el Brose Baskets Bamberg atribuyéndose una victoria muy importante a pesar de las bajas de Sergio Llull y Rudy Fernández. El equipo de Andrea Trinchieri se las arregló para presionar el balón, bloquear los pasillos para los bases de los blancos, por lo que en la primera mitad les resultó difícil circular el balón. Como consecuencia el Madrid no podía encontrar soluciones, limitándose a abusar del bote sin opciones óptimas debido a unos ataques lentos. Los visitantes también leyeron la debilidad de Gustavo Ayón en jugadas de bloque y continuación y en defensas con cambios, de lo que se aprovecharon los bávaros para anotar canastas fáciles. Fuimos testigos de varias jugadas en las que no había dobles pantallas a lo largo del pasillo central de la parte superior de la pintura, con la pelota llegando dentro de la pintura y de allí a la canasta, ya sea directamente, o después de un pase extra de adentro hacia afuera. Principalmente el Madrid funcionaba gracias al buen posicionamiento y finalizaciones dentro de la pintura con Felipe Reyes, o gracias a los tiros de media y larga distancia de Jaycee Carroll tras unas pantallas consecutivas que el anotador estadounidense recibió lejos del balón, a lo largo de las alas.

Con el equipo local incapaz de encontrar soluciones en jugadas posicionales en ataque y en defensa, Pablo Laso optó por una defensa de presión en zona, algo que no suele hacer. Empezó con un esquema de 2-2-1 a largo de toda la cancha que luego se convirtió en un 1-2-2 y 1-3-1 cuando la pelota pasaba por el centro, con un jugador en la parte superior, que siempre era alto y atlético, en la mayoría de los casos Jeffery Taylor, pero también Maurice Ndour. El objetivo de esta zona, además de las trampas destinadas a forzar al rival a cometer pérdidas del balón, era parar el ataque de los bávaros y detener los pick-and-rolls centrales que le permitieron a Ayón anotar a lo largo del perímetro. Esta defensa echó al Bamberg fuera de su ritmo ofensivo. Cuando los visitantes llevaban el balón dentro de la pintura o a lo largo de las alas, que eran los huecos de la zona, tenían mejores opciones y anotaban más puntos. Aparte de la zona efectiva, el Madrid nunca habría podido dar la vuelta al partido, si Sergio Rodríguez no hubiera jugado increíblemente bien en la segunda mitad, y si el equipo no hubiera mejorado en cuanto al spacing ofensivo.

Tras el 1/15 en tiros de tres de la primera mitad, tras el descanso el equipo local tuvo 5/10, incluidos dos triplazos por parte de Andrés Nocioni y Rodríguez, en la recta final, que decidieron el resultado final. Rodríguez atacó la canasta, sobre todo tras cambios en la defensa del rival, anotando todos sus 22 puntos en la segunda mitad, y repartiendo 8 asistencias, con una actuación increíble. Una vez más, el Bamberg causó una buena impresión y demostró que puede hacer mucho ruido en este grupo, gracias a una muy buena dirección desde el banquillo y la habilidad de sus jugadores de leer bien el juego.

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