La situación con la Superliga podría repercutir en el conflicto entre FIBA y Euroliga

Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net

La opinión del abogado general de la corte de la UE, Athanasios Rantos, sobre el tema FIFA – ESLC se publicó hoy y, en cierta medida, puede afectar el largo conflicto entre la FIBA y la Euroliga.

Lo interesante es que por primera vez se establece claramente que la FIFA tiene el derecho de prohibir a los clubes de las competiciones relacionadas con la FIFA si deciden participar sin autorización previa en una liga privada como la Superliga Europea.

Para ser exactos, “Si bien ESLC (Superliga) es libre de establecer su propia competición de fútbol independiente fuera del ecosistema de la UEFA y la FIFA, no puede, sin embargo, en paralelo con la creación de dicha competencia, continuar participando en las competencias de fútbol organizadas por la FIFA y UEFA sin la autorización previa de dichas federaciones”.

Cabe destacar que este dictamen, solicitado por el Juzgado de lo Mercantil de Madrid, en el que ESLC tomó el caso afirmando que la conducta de FIFA y UEFA debía considerarse anticompetitiva e incompatible con el derecho de la competencia de la UE y las disposiciones del Tratado FEU relativas a la libertades fundamentales, no es vinculante, pero es una opinión que dicta en gran medida el resultado del caso del tribunal comercial de Madrid y la conclusión es simple. Mientras que en 2017, la Comisión Europea decidió que las normas de la Unión Internacional de Patinaje (ISU) que imponen sanciones severas a los atletas que participan en competiciones de patinaje de velocidad que no están autorizadas por la ISU infringen la ley antimonopolio de la UE, en el caso de la creación de ligas privadas como la ESLC, el abogado general de la corte de la UE dice lo contrario, ya que este tipo de liga ahora se considera una amenaza para el modelo deportivo europeo.

En resumen: no hay restricción para la creación de una liga privada, sin embargo, los miembros de esas ligas pueden ser excluidos de otras competiciones que se llevan a cabo bajo los órganos rectores internacionales de cada deporte.

Este tipo de sanción crea muchos problemas en el caso del fútbol, pero la dinámica es muy diferente en el baloncesto. Prohibir a los clubes de la Euroliga su participación en las competiciones nacionales o no permitir a los jugadores de la Euroliga jugar en las selecciones nacionales creará aún más problemas de los que en teoría se resolverían, siendo el debate principal actual entre las dos partes un calendario unificado que permita a los jugadores de la Euroliga competir con sus selecciones nacionales en todas las ventanas clasificatorias FIBA sin ningún conflicto..

 

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