Superclásico

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Alex Madrid

19/May/22 10:31

Eurohoops.net

El camino a la gloria para por un nuevo Clásico, pero el más importante de todos.

Por Alex Madrid / amadrid@eurohoops.net

FC Barcelona y Real Madrid vuelven a verse las caras en la enésima demostración de rivalidad entre ambos esta temporada, pero, sin lugar a dudas, la más importante.

Ocho años después, volveremos a vivir un Clásico en una Final Four y, como ocurriera en 2013 y 2014, será el plato fuerte de las semifinales. Si nos remontamos a la antigua Copa de Europa, le podemos sumar también el precedente de 1996. Seamos sinceros, este partido nos hubiera gustado verlo el sábado y no el jueves, pero la madre de todas las finales deberá esperar.

El Stark Arena de Belgrado acoge esta noche (21.00 horas, DAZN) el duelo entre los dos mayores presupuestos del continente, los dos equipos con mejor porcentaje de victorias a lo largo de la temporada. Un enfrentamiento por todo lo alto en medio del camino en la búsqueda de la 3ª y la 11ª corona europea.

El Barça llega como favorito, no sólo al partido, sino a la pelea por el título. La balanza, además, se ha decantado claramente a favor de los chicos de Sarunas Jasikevicius durante los seis Clásicos disputados hasta la fecha esta campaña (5-1), pero los azulgranas no se confían. Luchan contra la historia, contra la importante carga emocional y, por supuesto, contra todas las trampas que pueda plantear Pablo Laso.

Desde el cambio de formato, ningún campeón de la temporada regular ha conseguido acabar la campaña poniéndole un broche de oro. En 2020, el Anadolu Efes parecía determinado a acabar con esa maldición, pero ya sabemos cómo acabó todo aquello. Por tanto, ya sea por la presión o debido a un desgaste excesivo durante la temporada, el líder acabó cayendo en la Final Four. La oportunidad para los madridistas pasa por esa erosión que se hizo palpable en los playoffs, pero el Barça tiene argumentos de sobra para seguir siendo considerado favorito.

Superior en la dirección de juego y el tiro exterior -casualmente, las dos virtudes que han acompañado a los blancos en la última década-, además de contar con dos jugadores que consiguen que las cosas sucedan: el MVP Nikola Mirotic y un Cory Higgins del que quizás se espera menos de lo que realmente pueda dar, pues nadie maneja el clutch time como él. A ellos se ha sumado la magia de Nico Laprovittola, que parece jugar con un cuchillo entre los dientes cada vez que se enfrenta a sus ex.

Con menos talento y con una plantilla más corta que aquella con la que contaba al inicio de temporada, el Real Madrid llega a Belgrado tras haber superado el mayor bache -o crisis, que cada uno utilice su adjetivo- de la era Laso. Hace poco más de un mes, se podía dudar seriamente de su presencia en la Final Four, pero ahora el equipo llega en un gran momento.

Belgrado es un escenario especial para los blancos, pero no más especial que poderse liberar del sometimiento azulgrana en la cita más importante del año. Sergio Llull vuelve a comandar una nave en la que el músculo debe ser su carburante. Y es que, hasta el momento y ante el Barça, no se ha demostrado esa superioridad física que, sin embargo, se aprecia a simple vista. Mientras las miradas apuntan al desempaño de Yabusele o Poirier, otro francés ha ido creciendo durante el cambio de mentalidad del último mes y medio. Fabien Causeur representa la mejora exterior del Real Madrid y, precisamente, es un jugador de grandes citas.

Lo que está claro es que estos enfrentamientos son agotadores física y psicológicamente. Los Barcelona-Real Madrid en semifinales de la Euroliga han supuesto un coste demasiado alto para los dos equipos, traduciéndose en que su ganador ha perdido siempre la final. Esperemos que eso cambie el sábado.

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