Por Aris Barkas / barkas@eurohoops.net
Frédéric Fauthoux ya se ha creado una reputación en sus primeros diez años de carrera como entrenador. El que fuera jugador y siete veces campeón de la liga francesa sumó dos títulos nacionales más como técnico asistente en el ASVEL Villeurbanne antes de volver a dirigir un banquillo, el del Mincidelice JL Bourg-en-Bresse.
Y el club francés ya está dando que hablar en la 7DAYS EuroCup, donde continúa como único equipo invicto de la competición. No es un mal comienzo en una temporada muy imprevisible y sin claros favoritos para el trofeo. Sin embargo, teniendo en cuenta la trayectoria de Fauthoux, que desde su época como jugador parecía destinado a convertirse en entrenador, no es ninguna sorpresa.
Considerado ya como un entrenador de élite en la mejora de jugadores -Fauthoux ha ayudado a desarrollar, entre otros, a Vincent Poirier-, era sólo cuestión de tiempo que fuera reconocido como técnico de élite. Al fin y al cabo, Fauthoux recibió por primera vez un empleo en un banquillo de la mano del legendario base Antoine Rigaudeau. Los dos habían sido compañeros de equipo en la selección francesa y, cuando Rigaudeau tomó la decisión de convertirse en entrenador principal del París-Levallois en 2015, se llevó a Fauthoux como asistente.
A los tres meses de esa temporada, Ridaudeau decidió que no quería ser entrenador y dejó el equipo en manos de Fauthoux, que ya había ganado títulos como entrenador principal en divisiones inferiores. Resultó ser la elección correcta. Permaneció en el mismo banquillo hasta el verano de 2020, cuando se marchó a pesar de que le quedaba un año de contrato para incorporarse al ASVEL como ayudando. Cuando Tony Parker llama, simplemente no se le puede decir que no.
La etapa de Fauthoux acabó este verano, cuando puso rumbo a Bourg, un completo acierto. Sustituir a Savo Vucevic, tío del pívot de los Bulls Nikola Vucevic y figura legendaria del baloncesto francés, no era fácil. Pero Fauthoux demostró estar a la altura de la tarea.
Después de haber jugado a las órdenes de algunos de los mejores entrenadores franceses de la historia, como Michel Gómez, Jacques Monclar y Claude Bergeaud, y de trabajar ahora con otro exentrenador y actual director deportivo del Bourg, Frederic Sarre, Fauthoux puede ser -si no lo es ya- el heredero de esta tradición y el hombre que será la próxima gran figura en los banquillos de Francia y Europa.