Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
Valencia Basket reina en la locura y es el nuevo campeón de la Supercopa (94-98). Los de Pedro Martínez supieron mantenerse firme en los instantes finales y consiguen su segundo título de supercampeones. Derrotaron a un Real Madrid incapaz de contener el frenesí anotador de los taronjas, que no pueden tener mejor carta de presentación para la nueva campaña.
En unos minutos de infarto, con tensión en ambos bandos, Kam Taylor (17), de Larrea (21) y un otra vez sensacional Moore (10) fueron suficiente para llevarse el título del pabellón de Málaga. El primer trofeo de Pedro Martínez como taronja, y todo parece indicar que no será el último. Vuelven a lograrlo, siete años después.
De poco sirvieron los 19 de Hezonja y los 18 de Campazzo en otro partido gris del Madrid en el torneo. No empieza con buen pie la etapa Scariolo en el equipo blanco, aunque parece que las bases están y solo queda coger ritmo.
Valencia empezó donde lo dejó
La final empezó preciosa. Con los blancos buscando a Hezonja, que quería quitarse la espina de unas malas semifinales y Valencia encontrando a Omari Moore, ninguno de los dos equipos perdía tiempo. Edy Tavares era un salvavida en poste bajo en ataques atascados de los de Scariolo (11-10).
Una vez más, David Kramer entró caliente. Después de destacar horas antes ante La Laguna Tenerife, el alemán lideró buenos minutos junto a un Trey Lyles que debutaba en partido oficial y mostró su enorme talento desde el principio. Subió la intensidad defensiva el Madrid, ahogando a Darius Thompson e Iroegbu. Los de Pedro Martínez explotaban el bloqueo y continuación para acercarse 27-24 al final del primer cuarto.
🤩 Mucha clase Kam Taylorpic.twitter.com/Ty3Kuh6na9
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De Larrea entró en juego, manejando el tempo, encontrando a sus compañeros y robando buenos balones. El base internacional y Kam Taylor lideraron un parcial de 5-13 que animaba a su afición y obligaba a reaccionar a los blancos (35-37), que no querían que se repitiesen los fantasmas de semifinales.
Muy asentados los taronjas en defensa, leyendo ayudas y sacando faltas. Con Reuvers y Puerto haciendo daño desde fuera, la ventaja solo hacía aumentar para los de Pedro Martínez. El ritmo anotador bajó, y la final se volvió tosca y con luchas en cada rebote. Omari Moore volvió a ser eléctrico, pero el Madrid respondía antes del descanso para poco a poco acercarse y no dejar que,a ventaja se fuera (44-51).
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El Madrid se asomó sin premio
Andrés Feliz no quería que esto fuese a más y, otra vez, fue el corazón y pulmón de un equipo que necesitaba ser reanimado. Tavares se hizo fuerte bajo el aro, y aunque Kam Taylor destacaba con sus chispazos, el Madrid parecía otro al inicio del tercero. Despertó Hezonja, y eso fue un quebradero de cabeza para Pedro Martínez, que se desesperaba en la banda (57-55).
👀 ¡¡Tiene ojos en la espalda Costello!!pic.twitter.com/1j6xAQtLYb
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Deck llevaba 4 meses fuera de las pistas antes de llegar al Carpena… y hacía años que no se le veía tan fino. Valencia no encontraba la manera de pararle bajo el aro, y los de Scariolo seguían creciendo poco a poco y firmando sus mejores minutos en las últimas semanas. Reaccionaron los de Pedro Martínez en cuestión de segundos para volver a apretar todo de cara al último y definitivo cuarto en Málaga (69-69).
El cuarto asalto fue una auténtica batalla. Enganchones en cada bloqueo, pelea en el rebote y sin ningún equipo marchándose con una ligera ventaja. Sako y Kam Taylor fueron los faros ofensivos taronjas, y el duelo estaba en las faltas y los 2+1 que cada conunto podía sacar. Andrés Feliz defendía por tres, y su espíritu era incombustible (78-81).
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¡¡Los tobillos de Garuba!!pic.twitter.com/VZVbbkjjVN
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Tensión y nervios en los dos equipos, que pensaban más de la cuenta cada posesión. Supo nadar mejor en la presión Valencia, que se crecía con cada canasta. No encontraba el Madrid la manera de cerrar el hueco (82-87 a falta de dos minutos), y tiraba más por corazón que por ideas.
Los instantes finales estuvieron protagonizados por inifinitas revisiones arbitrales, dudas en el Madrid y un Valencia que quería romper y no encontraba cómo. Kam Taylor, con 28 segundos por jugar, sacó un 2+1 que la grada celebró como loca en el Carpena.
A partir de ahí, segundos finales que no estuvieron para nada bajo control para lograr (94-98) su segundo título de la Supercopa Endesa (revalidando el de la 2017/18), y dejando al Madrid, por segunda final consecutiva, con la miel en los labios. Imposible mejorar el arranque de la 25/26 de Valencia, campeón totalmente merecido. Y todo ello, sin Jean Montero y Brancou Badio, entre otros.