Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
España ha tenido que tocar fondo para volver con más fuerza que nunca. Victoria muy cómoda frente a Bosnia (88-67) para recuperar la confianza y dar otra imagen, esa Familia que nunca se rinde y hace importantes a todos. Triunfo necesario para resurgir de las cenizas. Conscientes de que cada punto vale, no quitaron el pie del acelerador en ningún momento.
Los de Scariolo endosaron un 28-17 en el tercer cuarto para poner tierra de por medio. Con Aldama (19) siendo el líder ofensivo de un equipo alegre en pista, los actuales campeones de Europa se medirán a Chipre menos de 24 horas después (domingo a las 17:15h) y confirmar el cambio de chip. Rodillo de principio a fin, un chute de motivación para dejar atrás lo ocurrido ante Georgia. El escenario debe ser otro.
Resurgiendo en pista
Bosnia tenía las cosas claras. Imponiendo un nivel físico abrumador, con mucho contacto y siempre al borde de la falta, forzaba a España a tener malos tiros. Los primeros puntos llegaron a los tres minutos. Aldama era protagonista (8 de los 10 primeros) en una lucha en el rebote y batalla en el poste bajo.
Willy y Juancho dieron un soplo de aire fresco desde la segunda unidad. El ataque fluía más, y sin Nurkic en pista los ataques bosnio empezaban a tener menos sentido. Minutos de comodidad con Saint-Supery y Brizuela a los mandos, y con la pizarra de Scariolo más reconocible. Buenas defensas consecutivas para dejar 24-16 el marcador al final del primero.
🐍 ¡¡Así cerraba Brizuela el primer cuarto en Chipre!!pic.twitter.com/1ZDSujUbpv
— Eurohoops España (@EurohoopsES) August 30, 2025
Los triples empezaban a entrar y las caras en los jugadores eran otras. Un parcial de 8-0 en apenas dos minutos desataba el delirio en el banquillo, y parecía desatascar todo el talento español (35-20).
España quería correr para contrarrestar los ataques calmados y en estático de una Bosnia que ya estaba sin ideas. Muy controlado y otra vez con Aldama ganando enteros y ejerciendo de líder. Minutos para los menos habituales y un 44-30 al descanso que dejaba grandes sensaciones.
Un rodillo para sonreir
Los de Scariolo retomaron el ritmo donde lo dejaron. Encontrando las esquinas, con Parra también apareciendo, la renta solo podía aumentar. Bosnia no tenía la intensidad de los primeros minutos, y quizá era su única baza para jugar en el partido (58-36). Brizuela no perdonaba, y calentaba la muñeca para lo que estaba por venir.
Intercambio de canastas con los bosnios metiendo triples que desesperaban a Scariolo, pero con una ventaja cómoda para poder rotar teniendo en cuenta que en menos de 24 horas volverían a la pista. Aún así, no bajaron el ritmo y el 72-47 de cara al último cuarto era arrollador.
Un mero trámite el último asalto, con varios jugadores importantes descansando y los secundarios cogiendo ese ritmo que tanto va a necesitar España. No quitaron el pie del acelerador, y es que cada punto cuenta en un Grupo que se pone cuesta arriba tras la derrota de Georgia. Pero esta victoria (88-67) sirve para cambiar el chip, mostrar la mejor versión y mandar un aviso al resto de navegantes de que el campeón sigue en pie.
