Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
Vaya partido para empezar los octavos de final. Turquía ruvo que sacar su mejor versión (85-79) para derrotar en los segundos finales a una Suecia que dio todo en pista. Los 24 puntos, 16 rebotes y 6 asistencias de Sengun fueron clave, y los de Ataman nunca se habían visto tanto contra las cuerdas en este torneo.
6-0, imparables y esperando a Polonia o Bosnia en la siguiente ronda. Osman (17) también fue clave ante los suecos, que firmaron su mejor partido en el campeonato. Los 14 puntos y 13 rebotes de Birgander o 16 puntos de Hakanson se quedaron en tierra de nadie.
Forzando a Ataman a encontrar soluciones
Suecia empezó como un vendaval. Moviendo rápido el balón, con muchas ganas y encontrando a todos los jugadores. De la mano de un Hakanson iluminado (7 puntos en tres minutos) y haciendo daño por dentro y fuera, daban la sorpresa de inicio. Osman respondía a cada intento de poner distancia, mostrando esa mejoría desde fuera durante el torneo (13-18).
Cedi Osman came out firing for Turkiye 🇹🇷
Already up to 8 points in the first quarter.#EuroBasket pic.twitter.com/T5LedHqKmX
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Con Larsson y Pantzar a los mandos, los suecos encontraban el ritmo en pista. Birgander ponía el cerrojo en la pintura y “tapaba”, de alguna manera, la magia de Sengün. Pero el protagonista fue el alero de Panathinaikos. Para lo bueno… y para lo malo. Cedi cerraba el primer cuarto con 11 puntos, pero tres faltas preocupantes para el resto del encuentro. El 20-23 para comenzar el segundo hacía visible la igualdad.
Adem Bona puso el físico que necesitaba Ataman en pista. Con Korkmaz empezaron a encontrar esos tiros liberados y Turquía empezó a ser más reconocible. Atacando el rebote ofensivo hacían daño (31-33), y ya limitaban los intentos de los suecos de correr en cada posesión.
⛔ Adem Bona protegiendo el aro turco de buena mañana pic.twitter.com/1OeMh2RWav
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La sociedad Larsson-Birgander funcionaba en los bloqueos, y mantenían ese ligero colchón, sin dejar mandar a los otomanos. Sehmus Hazer y Bitim fueron importantes como secundarios, y el toma y daca era constante hasta el camino a vestuarios (37-42), con la igualdad propia de unos octavos de final.
Los otomanos son un rodillo
Subió la intensidad defensiva Turquía con Osmani y Sengun en pista. Aunque Suecia lo intentaba de todas las maneras posibles, la pizarra de Ataman negaba toda acción. El partido se convirtió en un correcalles, pero con más errores que aciertos (48-44), y los otomanos poco a poco imponiendo su poderío.
😮💨 Sengun empieza a sacar su magia pic.twitter.com/lfq4Ih3BY2
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Alperen destapó el tarro de las esencias, y ya sabemos lo que eso significa. Sacó su magia en cada posesión para romper, crear y distribuir perfectamente los ataques de una Turquía que opta a todo en este torneo. Y aunque los suecos tiraban de orgullo y sacaban los dientes, ya nada podía parar el ataque de Ataman. Tras un tercer cuarto brillante (26-12), encaraban el último con relativa calma (63-55).
Larsson y Birgander pusieron todo de su parte para que hubiese una última esperanza (72-71). A Suecia tienes que matarla varias veces para que esté acabado. El partido era un caos con errores por ambos lados, la ventaja no pasaba de 1-2 puntos y el público vibraba.
76-76 con menos de tres minutos por jugar, y Bona en defensa y Sengun en ataque terminaron de decidirlo. Los suecos pelearon con el cuchillo entre los dientes hasta los segundos finales en un ejercicio de orgullo pocas veces visto. Ahí se vio el talento del pívot de los Rockets, cuando más lo necesitaban los suyos.
Triunfo sufrido e igualado para pasar a cuartos (85-79), 6-o en el Eurobasket y confirmándose como uno de los favoritos. Esperarán a Polonia o Bosnia en la siguiente ronda, y no hay quien pare a los de Ataman.