Nikola Mirotic cuenta cómo plantó a los Jazz y decidió regresar a Europa

2020-05-22T20:56:29+00:00 2020-05-22T20:56:29+00:00.

Alex Madrid

22/May/20 20:56

Eurohoops.net

El jugador del Barça ha contado en ‘Confinados sin Basket’ que se encontraba en el aeropuerto cuando decidió no acudir a la reunión con los Utah Jazz.

Por Eurohoops team / info@eurohoops.net

Nikola Mirotic sorprendió al mundo del baloncesto cuando, el pasado verano, decidió rechazar una potente oferta de los Utah Jazz -se habló de 45 millones por tres temporadas- para regresar a Europa. El jugador del Barça contó en ‘Confinados sin Basket’, el programa del canal de Sergio Vegas durante la cuarentena, cómo plantó a la franquicia de Salt Lake City:

Quería pasar la agencia libre mientras estaba de vacaciones, en Grecia, con mi familia“, explicaba Mirotic. “Utah quería tener una reunión el 30 de junio para firmarme como primer jugador de la agencia libre. Me ofrecían 3 años garantizados, un contratazo. Hablé con mi mujer y me dijo que cogiera lo que me hiciera feliz. Cogí un billete para dos días, de ida y vuelta, y me fui. Estaba esperando en la puerta de embarque del aeropuerto de Tesalónica cuando me puse a pensar. ‘¿Qué hago en el aeropuerto? ¿Por qué no estoy con mi familia? ¿La NBA?’ Me dije: ‘No lo hagas, Niko. Si vas, vas a firmar’. Me salí del aeropuerto y volví al hotel. Le dije a mi agente que no iba a coger el vuelo, que pidiera perdón a Utah por no acudir a la reunión. ‘Voy a tomar otro camino, no quiero seguir en la NBA’“.

Mirotic también explicó los motivos que le llevaron a plantearse su regreso a Europa, precisamente cuando podría haber firmado el contrato más alto de su carrera: “En mi última temporada sabía qué esperaba el equipo de mí. Mi rol siempre era el mismo. Era un jugador que se abría a tirar, que hacía un ‘pick-and-pop’ entre los grandes… Se esperaba de mí 10 puntos, un par de rebotes y ya está. Sentía que el tiempo iba pasando y no había jugado el mejor baloncesto de mi vida, aunque fue muy bueno. En cuanto no sentí esa alegría y felicidad por mejorar, dije que era el momento de volver y hacer algo más grande en Europa. Para mí, lo más importante siempre ha sido disfrutar del juego, ser feliz, una pieza importante, intentar ganar los títulos y, si no estoy en ese ambiente, me da igual todo el dinero, me voy de allí. Necesito retos, sentirme importante y tomar el último tiro“.

Además, Mirotic no considera que volver a Europa sea un paso atrás en su carrera. Más bien, todo lo contrario: “Hay gente que quiere estar en la NBA aunque no juegue. Pero el baloncesto en Europa es de un alto nivel, la Euroliga cada vez es más competitiva, la Liga Endesa está siendo tremendamente fuerte y, para mí, esto es un paso adelante en mi carrera. Ahora tengo que demostrar otra vez algo“.

Si la decisión del hispano montenegrino fue sorprendente por el simple hecho de regresar a Europa, más sorprendente fue que decidiera hacerlo con la camiseta del Barcelona. Al fin y al cabo, Mirotic se había formado en la cantera del eterno rival. Su salida del Real Madrid coincidió con la segunda Final de la Euroliga perdida por el equipo blanco:

Yo fui drafteado en 2011, pero no me sentía preparado para ir. Pasaron tres años y los Bulls me querían sí o sí. Lo tomé como un como un tren que pasa una vez en la vida. Muchos se hubieran quedado para disputar la Final Four que se jugaba ese año en Madrid, pero yo decidí irme y no me arrepiento. Justo firmó ese año Pau Gasol con los Bulls y teníamos un equipazo: Derrick Rose, Joakim Noah, Taj Gibson, Thibodeu de entrenador… Llegamos a dos Finales de Conferencia y fue espectacular“.

Su aterrizaje y adaptación a la NBA, sin embargo, no fue sencillo. Durante la primera temporada le costó entender algunas claves de cómo funcionaba la liga:

“El juego era completamente diferente. Se jugaba partidos cada dos días, un juego más individual y, lo que más me costó entender en la primera temporada, es que todo gira en torno a las estrellas del equipo: los entrenos, los partidos, las jugadas… Primero tienen que tocar el balón ellos y decidir. Los tiros últimos se sabe quien los toma y yo no entendía por qué. Si me estoy rompiendo la cara y tal vez merezca más tiros… Al final era paciencia y entrenar”.

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