Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
El Real Madrid se enfrenta al escenario más temible, el que estaba en las peores pesadillas. Después de una temporada irregular, con más sombras que luces, el baloncesto dictará sentencia en un todo o nada que parecía impensable en los momentos de alegría de las últimas semanas.
Con seis victorias seguidas para cerrar el curso regular, los de Chus Mateo salían perdedores del triple empate ante Efes y Barça y, a pesar del fervor de la victoria por la mínima en Belgrado ante Partizán, estaban condenados a estrenarse en un Play-In con poco que ganar y mucho que perder.
El duelo ante Paris (en casa) parecía ser el cicatrizante perfecto para hacer como si nada hubiese pasado y afrontar el Playoff con motivación. Pero la derrota ante los de Splitter complica aún más las cosas. Ante tu público, y con la “confianza” de no tener que utilizar la red que les salve del desastre, cayeron en el tropiezo más duro de la temporada. Y más cuando venías de ganarles hace un par de semanas. El equipo francés, la gran sorpresa de la Euroliga, dio la machada y puso todo patas arriba.
El problema ya no es solo a lanzar la moneda y esperar que salga cara contra el Bayern (viernes 18, 20:45h, Movistar Arena), sino mirar quién espera frotándose las manos en el horizonte. Si los blancos pasan, tendrán que sanar rápido para dar su mejor versión ante un Olympiacos que tiene el trofeo entre ceja y ceja.
Salvar el desastre…
Que el Real Madrid perdiera su primera vida ante el Paris en casa quizá no estaba en los planes del equipo. Como tampoco caer a un Play-In desconocido hasta ahora por el equipo blanco. Pero, mirando a su rival más cercano, en frente tendrán a un Bayern con la moral por las nubes y un sistema que se ha dejado ver en los últimos meses.
Los de Herbert terminaron la temporada con 19-15, comenzando la campaña como un tiro y capaces de ganar en casa a colosos como Olympiacos, Barça y Mónaco. Un equipo que depende del acierto de sus anotadores para mantenerse vivo, que mezcla inexperiencia con veteranía en Europa.
El tercero más anotador de la Euroliga (88.1 puntos por partido), el que más triples ha metido (440), con una amplia diferencia sobre el segundo (Fenerbahçe, 382), y promediando 12.3 por noche. Hurgará en uno de los puntos débiles del Madrid, esas ayudas y lectura defensiva para llegar a los tiros exteriores.
Un ritmo rápido y vertiginoso en el 1vs1 que ya hemos comprobado que saca las cosquillas de los de Chus Mateo. Fundamentados en un Carsen Edwards que se ha puesto la capa de líder en Múnich. 20.2 puntos por partido para el ex de Purdue, a la estela de las grandes estrellas del continente. Secundado por veteranos de lujo como Voigtmann, Booker o Weiler-Babb, flamante defensor del año en la competición.
…o confirmar las malas sensaciones
Después de seis victorias seguidas para cerrar “de buena manera” un año aciago en Europa, la derrota ante los parisinos derrumbó toda la moral construida en las últimas semanas. Un jarro de agua fría que no entraba en los planes, en la hoja de ruta que diseñas antes de jugar una eliminatoria tan importante.
El baloncesto llevará al todo o nada a los blancos, actuales subcampeones de Europa, presentes en seis de las últimas siete Final Four. Acostumbrados a imponer su ley ante cualquier rival, ahora pelearán por un puesto en el Playoff… para jugar ante Olympiacos. El mejor equipo de la fase regular, los mismos que ganaron dos partidos al Madrid en apenas unos meses. A quien nadie quería encontrarse.
Pero quizá sea el precio a pagar por no asegurar con juego y resultados lo ocurrido en las 34 jornadas previas a la fase eliminatoria. Cara o cruz en el Movistar Arena. Alargar el camino por Europa con los de Bartzokas esperando o consumar una semana cruda para el recuerdo fallando en las dos únicas ocasiones en casa. Los de Chus Mateo se juegan algo más que el pase al Playoff.