Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
Panathinaikos pone el 1-0 en una auténtica batalla en el OAKA. Los de Ataman golpean primero (87-83) frente a un Anadolu Efes que venía de ocho victorias seguidas. Los de Banchi pelearon hasta el final y pudieron dar la machada en Atenas, pero el campeón supo jugar mejor los minutos finales.
Llegaron a ir perdiendo de más de 10 puntos, pero los de verde resistieron y sacaron orgullo para empezar con buen pie la eliminatoria. Kendrick Nunn, que recibía el MVP minutos antes del salto inicial, solo tuvo 13 puntos. La gran estrella fue un colosal Juancho Hernangómez (20 puntos, 16 rebotes). Por parte de los turcos, Poirier (17+8) y los 14 de Larkin y Bryant no fueron suficientes para asaltar la casa de los del trébol.
Los primeros minutos fueron de los pívots. Yurtseven demostraba el animal que es en la zona con seis de los primeros nueve puntos griegos. Aprovechando lo que atraían Nunn y Juancho, el ex de Miami y Utah decidía en la continuación (12-6). Anadolu fue poco a poco defendiéndose de los golpes.
Poirier arrasaba en el aro griego (10 de los primeros 14 de los turcos) y siendo decisivo cerrando el suyo. Apretó líneas de pase Efes, y Panathinaikos tuvo que forzar más para encontrar a Osman y Grant, que apenas estaban teniendo relevancia. Ya no estaban tan cómodos en el barro los campeones, y el primer cuarto terminó con un igualado 21-18.
Anadolu silenciaba el OAKA
Lorenzo Brown y Sloukas tuvieron minutos de buen juego y rapidez. Dirección, sentido y liderazgo con el balón para desatar la locura en el OAKA con un parcial de 9-0 (30-20) y dar una cara más reconocible. Tardó poco la euforia. Darius Thompson y Nora respondieron con autoridad con un parcial sensacional…¡de 2-20! Y silenciar de nuevo a los griegos (32-40).
Los turcos estaban muy cómodos en estático, y los atenienses no encontraban la manera de frenar los 1vs1 y el juego sin balón. La muñeca de Derek Willis no paraba de echar fuego, y los de Estambul amenazaban con romper el partido (36-45). Yurtseven volvió a imponer su ley en el aro, pero la sangría no paraba. El 40-48 al descanso desataba el silencio en el OAKA.
El intercambio de canastas no favorecía a los locales, que pecaban de ansiedad en numerosos ataques. Ni siquiera Nunn entraba en combustión. Muy seguros los de Banchi, que incidían en su músculo cerca del aro y buscaban a un Larkin que recordaba al de antaño (51-58).
Larkin, como en los viejos tiempos
Juancho no quería que el primer partido se fuese, y puso su talento ofensivo en la mesa para recortar distancias y volver a creer (58-63). Pero Larkin hizo resurgir a los turcos con minutos de absoluta efervescencia. La leyenda de la Euroliga se paseaba en el OAKA, y sacaba los gritos de los suyos. Sloukas volvió a poner cabeza y remar poco a poco para el 64-72 de cara a los últimos diez minutos.
Las imprecisiones protagonizaron el inicio del último asalto. Presión en líneas de pase, esfuerzo de Playoff y un Panathinaikos que no encontraba la manera de ponerse por delante. Osman y Dozier entraban en escena (78-76), y el ex de Cleveland contagió a los suyos. Fueron minutos de faltas, difícil recordar tantas en un partido. Bryant y Dozier tomaron el relevo de Larkin, con todo igualado a falta de un par de minutos.
La batalla en el rebote fue fundamental. El esfuerzo físico de los dos se palpaba. Poirier y Gabriel tuvieron sus más y sus menos en la pintura, y los de Ataman supieron jugar mejor los minutos finales para sellar la primera victoria de la eliminatoria (87-83). Los griegos fueron capaces de frenar la racha de ocho victorias seguidas de un Anadolu Efes que peleó hasta el final y dejó claro que esto iba a ser un infierno para los campeones.
La próxima batalla será el jueves 24, a las 20:30h, en un OAKA que volverá a encender a los suyos. Los de Ataman han comprobado de primera mano que no pueden cometer fallos ante su antiguo equipo. Anadolu tratará de empatarlo, y motivos para creerlo han dado en Atenas.