Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
Olympiacos se lleva por la mínima el segundo partido (77-71) frente a un pletórico Real Madrid que fue de más a menos. Tras un primer cuarto superlativo y la sensación de haber encontrado el punto débil de los griegos, los blancos no supieron jugar los minutos finales. El talento individual heleno se alzó para dejar el próximo partido como un todo o nada.
Los de Bartzokas vuelven a demostrar que para caer, el rival tiene que dar el 200%. Esfuerzo coral de los de Chus Mateo sin recompensa, y cerca de dar la sorpresa que hubiese cambiado por completo la serie. 22 puntos de un superlativo Vezenkov, secundado por los 17 de Fournier.
Por parte del Madrid, los 22 de un Hezonja que despertó tarde. El gran faro anotador de un equipo que se centró en la defensa y, durante gran parte del encuentro, funcionó. Gracias a un Andrés Feliz que llegó a robar seis balones. Fue también demasiado el sorprendente 22/31 desde el tiro libre para los locales.
Con el cuchillo entre los dientes
Cualquiera diría que es la misma eliminatoria que el martes. El Madrid salió con el cuchillo entre los dientes, y no hay otra manera de competir en El Pireo. Apretando y mordiendo en defensa, anulando a sus estrellas y buscando la mejor opción en ataque. Muy concentrados, unas sensaciones muy distintas al del Game 1 (4-10), y con Tavares cerrando el aro.
Le costaba a los de Bartzokas en estático, como si se les hubiesen agotado los poderes. Buscando a Fall constantemente, físico y 2vs1 a Fournier y mil ideas defensivas de los de Chus Mateo que no se vieron en el primer partido. Cuestión de actitud, y todos los blancos parecían haberse contagiado. Los triples entraban, y el Madrid dejaba uno de sus mejores cuartos de la temporada (15-25).
No entraban los triples en el lado griego, y Bartzokas se desesperaba en la banda. Feliz seguía liderando una defensa pocas veces vista esta campaña. Garuba y Fernando daban músculo cerca del aro, y el partido entró en minutos de barro, ansiedad en ataque y continuas faltas de los blancos. Milutinov hizo daño en el rebote ofensivo, pero las cosas seguían saliendo en los blancos (26-34).
Olympiacos doblaba la apuesta
El Madrid agradecía el esfuerzo de Bruno Fernando, que hizo suya la zona. Pérdidas y errores de un Olympiacos ahogado y sin ideas, pero acumulaba puntos desde el tiro libre que les acercaban poco a poco en el marcador (31-34). Era su único recurso en una primera parte en la que sacaron 21 lanzamientos desde el 4’60. Los griegos superior aprovechar el momento para darle la vuelta al partido al descanso (38-38).
Los blancos bajaron drásticamente el ritmo. Bajo la batuta del Facu, que necesitaba buenos minutos para volver a creer, las cosas seguían saliendo. Hezonja aparecía, y esos puntos eran fundamentales cuando Olympiacos subía la intensidad defensiva (45-50). Una historia muy diferente al miércoles, un tú a tú que parecía impensable antes de empezar la eliminatoria.
Nervios en los minutos finales
Fournier animó a los suyos tirando de talento, pero los de Chus Mateo controlaban el rebote y el plano físico. Deck y Feliz volvieron a ser fundamentales en la segunda unidad, y cada posesión valía oro. Vildoza puso patas arriba Atenas en la máxima ventaja de los griegos justo antes del último cuarto (57-54).
Esto fue un punto de inflexión. Olympiacos se creció en la pista, de mano de sus estrellas y un público totalmente entregado. Imprecisiones, pérdidas sin sentido y más errores que lastraron al Madrid en el primer partido llegaron en estos minutos. A la desesperada no funciona contra todo un coloso (64-54) y todo lo construido parecía caerse en cuestión de segundos.
Hezonja sacó las castañas del fuego (67-64) para alargar la esperanza, pero el buen movimiento de balón selló la victoria griega en un final de espectáculo. Olympiacos pone el 2-0 en la eliminatoria (77-71) y salvan lo que pudo ser un giro de 180º a favor de los blancos. Despertaron en el momento clave y forzaron unas pérdidas que condenaron a los de Chus Mateo.
Un todo o nada en el Movistar Arena (martes 29 de abril, 21:00h), pero con las sensaciones de que Olympiacos es mortal. La primera bola de partido está en el tejado del Real Madrid.