Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
Panathinaikos sobrevive al infierno de Estambul (77-81) y coge aire en la eliminatoria. Tras perder en Atenas el segundo partido, los de Ataman demostraron por qué son los campeones. Golpe en la mesa y 2-1 en la serie tras un final sensacional en suelo turco.
Kendrick Nunn, que no tuvo su mejor partido, se fue hasta los 25 puntos y 4 asistencias. Fue fundamental, cómo no, en los minutos finales. Junto a él, Mitoglou (18 puntos, 4/5 en triples), decidió la victoria cuando más apretaba Efes. Por parte de Anadolu, un incombustible Larkin firmaba 17 puntos con 3/5 desde fuera.
Anadolu Efes llegaba a Estambul con la moral por las nubes. Con sus jugadores un peldaño más inspirados que los atenienses, el inicio fue sensacional. En los griegos apretaba Osman en líneas de pase y encontraba canastas fáciles, mientras que los de Banchi se fundamentaban en un triple que funcionaba (13-9).
La batalla por el rebote fue fundamental, y los campeones de Europa no descubrían la manera de que Nunn influyese en el juego. El intercambio de golpes dejaba latente la igualdad superlativa entre ambos equipos, algo que ya se vio en los dos primeros encuentros. Los de Banchi estaban cómodos, y el 23-20 del primer cuarto desataba el delirio turco.
Batalla en los tableros
Sloukas empezó a dar sentido a los ataques en estático, y Yurtseven y Juancho ayudaron a construir algo más reconocible. Subió también su intensidad defensiva, y esa era la clave de la eliminatoria para frenar a los turcos (31-31).
😤 ¡¡Vaya mate con rabia de Oturu!! pic.twitter.com/8y1WxavuXe
— Eurohoops España (@EurohoopsES) April 30, 2025
Minutos de dudas e imprecisiones de un Anadolu Efes que aprovechó Panathinaikos para pisar el acelerador, otra vez de la mano de un Osman inspirado con los silbidos de la grada. Trataron de frenar la sangría, y miraron con buenos ojos un 39-45 de camino a vestuarios con los de Ataman creciendo poco a poco.
Sloukas y Nunn, fundamentales
No daba con la tecla un Anadolu que perdía fuerza y ni Thompson ni Poirier fueron capaces de hacer daño. Funcionó el quinteto pequeño de PAO con Nunn y Sloukas en pista. El MVP firmaba ocho puntos seguidos y ponía tierra de por medio (42-51) para que nadie se olvide de ellos en las quinielas.
Mitoglou calentó la muñeca y esto cogía tintes verdes antes de los minutos decisivos. Gustándose los campeones, anulando completamente a Poirier y solo Dozier maquillaba parciales sonrojares. 54-63 con solo un asalto por disputar, y las sensaciones no eran las mejores.
Larkin tiró de veteranía para meter miedo de nuevo liderando un parcial de 5-0 y volviendo al partido a lo grande. Reminiscencias de los dos encuentros anteriores, con golpe tras golpe y una lucha constante (68-68). El músculo de Oturu sacó las costuras interiores de los griegos, que sufrían cerca del aro.
Golpe en la mesa
Ni el talento superlativo de Nunn ayudaba a sacar un parcial que diese aire a los de Ataman. Incansable Anadolu Efes, como toda la temporada, que no quería rendirse en casa. A falta de un minuto (72-72) nada entraba en el aro. Wenyen Gabriel y un decisivo Juancho en canasta propia fueron decisivos y Sloukas se encargó de rematarlo desde el tiro libre (77-81).
Un 2-1 vital para Panathinaikos, que venía con dudas tras perder en el segundo partido y solo podía sacar su mejor versión si quiere seguir defendiendo la corona de campeón. Cogen aire y ya afrontan de otra manera el cuarto encuentro, que será el viernes 2 de mayo. A una victoria de la Final Four, cuando todos los habían enterrado.