Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
El Madrid se repone de la derrota en Vitoria ante Baskonia y muestra su mejor versión ante Partizan (93-86) para ponerse 3-1 en la Euroliga. Los de Scariolo cuajaron una gran primera mitad (52-33) y supieron mantener la ventaja frente a los infinitos intentos de remontada del helenco de Zeljko Obradovic.
Con un omnipresente Tavares (19 puntos, 8 rebotes) y un cada vez más integrado Trey Lyles (17), los blancos fluyeron en ataque y apretaron en defensa cuando era necesario. Okeke también puso de su parte con el acierto en el triple (14 puntos, 4/5). Negaron la influencia de grandes anotadores, y solo Jabari Parker (23) y Duane Washington (11) destacaron en el lado serbio.
Tavares y Okeke encendieron la mecha
El Madrid comenzó con las ideas claras. Con un Tavares omnipresente y aprovechando su superioridad física con Tyrique Jones, el de Cabo Verde hizo suyos los aros. Okeke y Kramer comandaron un esfuerzo defensivo para negar buenos tiros a Carlik Jones, Sterling Brown y compañía y tener una buena ventaja al final del primero (24-12). Lyles mostró su clase y, en el debut de Muurinen en Euroliga, el Madrid siguió castigando cada hueco en la defensa.
Hezonja destapó el tarro de las esencias desde el triple, y los de Obradovic no podían seguir el ritmo anotador. Con Maledon estrenándose en la máxima competición europea, los blancos iban con una ventaja más que cómoda a vestuarios (52-33). Jabari Parker soltó la mano con ocho puntos seguidos, pero Lyles le contestaba poniendo en pie al Movistar Arena.
Hubo dudas por primera vez en los de Scariolo, pero Partizan no aprovechó los tiros liberados. El partido se fue al barro, y los madridistas terminaron cómodo el tercero (75-56) para casi asegurar el triunfo. Intercambio de canastas, muchas pérdidas y aunque los serbios se acercaron (86-82), hubo control en los minutos finales de un Madrid que aseguró su tercer triunfo en esta Euroliga (93-86) y despierta tras el tropiezo ante Baskonia.
La semana intensa (les espera Estrella Roja en Belgrado el viernes) comienza de la mejor manera posible para un Sergio Scariolo que no paró de felicitar a los suyos desde la banda. Triunfo ante un rival difícil y creciendo poco a poco los blancos.