Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
El desembarco masivo en los últimos meses (y temporadas) de prospects internacionales a la NCAA ha hecho que la FIBA tome nota y comience a moverse.
Una dinámica que está afectando a las canteras del baloncesto europeo, influenciada por el atractivo del NIL en Estados Unidos, y que parece ser la punta del iceberg, el inicio de lo que está por venir. Los nuevos contratos de patrocinio en las universidades americanas ayudan a tomar decisiones a los jóvenes talentos.
El jueves 15 de mayo, la FIBA lanzó un comunicado para tratar de “regular” lo que está ocurriendo. A partir de ahora, los jugadores jóvenes fuera de Estados Unidos necesitarán una Carta de Autorización para aterrizar en la NCAA. Esto aún no ha sido aprobado por la competición americana, pero la máxima organización mundial de baloncesto ha sido la primera en hablar.
Lo hizo en un comunicado, donde dejó claro lo que quieren y por qué lo hacen, atendiendo al símil de las transferencias internacionales entre clubes:
“Siguiendo la recomendación del grupo de expertos sobre Jugadores Jóvenes y la NCAA, creado en diciembre de 2024, la Junta Central ha definido tres objetivos para mantener un ecosistema sostenible, centrándose en ayudar a los jugadores a tomar decisiones bien informadas, aumentar la disponibilidad de jugadores de la NCAA para su selección nacional y proteger las inversiones de los clubes en el desarrollo de jugadores.
Se decidió colaborar formalmente con la NCAA con el objetivo de que las transferencias de jugadores de fuera de EE. UU. a universidades de la NCAA se tramiten de la misma manera que las transferencias internacionales entre clubes de la FIBA, mediante una Carta de Autorización“.