Por Aris Barkas/ barkas@eurohoops.net
No es algo inusual en el baloncesto europeo cuando los jugadores llevan uno o dos meses pendientes de cobro. Sin embargo, en algunos casos, las cosas se salen del control al igual que ocurre esta temporada con el Galatasaray, que está constantemente perdiendo jugadores debido a problemas financieros con Carlos Arroyo ser el último en salir.
Aun así los apuros económicos no significan que un equipo también se derrumbe en la cancha, al contrario, en algunos casos los jugadores impagados, pueden incluso hacer milagros. Aquí está la lista de los cinco ejemplos recientes de franquicias en apuros financieros que no influyeron en su juego.
Marousi: Es una receta para el desastre de un pequeño club de los suburbios que compite en la Euroliga, tiene una hinchada limitada y debe estirar sus recursos financieros con el fin de cumplir con las expectativas. Marousi se borró del mapa europeo unos años después de su participación en la Euroliga. Sin embargo, durante la temporada 2009-2010, a pesar de un largo retraso en los pagos de los jugadores, hizo una gran temporada bajo la dirección del futuro entrenador campeón de la Euroliga, Giorgos Bartzokas, llegando hasta el Top 16.
Partizán: La misma temporada el desvalido equipo de Belgrado, a pesar de tener problemas semejantes al Marousi, pero una hinchada mucho, pero mucho más grande, llegó a la Final Four. La temporada comenzó con las cuentas bancarias del club bloqueadas y terminó con el Partizán ganando al Maccabi y avanzando a la semifinal en la que el Olympiacos necesitó una prórroga para prevalecer.
Cibona: En la última década el club de Drazen Petrovic se puede considerar el niño del cartel de equipos con un pasado glorioso en apuros financieros. La temporada 2010-11 afectó el juego de un equipo que incluía también al actual jugador de los Nets, Bojan Bogdanovic. Los jugadores declararon la huelga antes del partido de la Euroliga contra el Siena. Corrían los rumores de que la deuda del equipo, en aquel entonces, era de 16 millones de euros.
Khimki: Durante la temporada 2012-13 los jugadores del equipo también amenazaron con una huelga. Luego el capitán Vitaly Fridzón hizo públicos los problemas financieros que tenía el equipo. Aun así la huelga nunca se llevó a cabo. Sólo se perdieron algunas prácticas, pero el Khimki no pudo hacer algo realmente notable.
Zálgiris Kaunas: Su caso tiene algo que ver con el del Partizán, un equipo con grandes tradiciones, un presente sólido, pero con un montón de embarazos financieros. Durante la temporada 2012-13 los jugadores del equipo lituano también pusieron en juego su última carta, declarando la huelga, pero las autoridades locales dieron una inyección de efectivo, aunque incluso mientras se escriben estas líneas, el dinero y las deudas siguen siendo un problema para el club.