Por Javier Molero/ jmolero@eurohoops.net
El baloncesto francés no para de crecer. Cada año son más los jugadores galos codiciados por el mercado europeo y la NBA. La mezcla de físico, versatilidad y fundamentos de cantera crean expectativas en base a lo visto anteriormente, esa necesidad de seguir sacando ‘prototipos’ que a día de hoy funcionan en el baloncesto moderno.
Victor Wembanyama fue el primer eslabón de una nueva generación que amenaza con romper la igualdad internacional, más allá del poder de Estados Unidos. Bilal Coulibaly, Zaccharie Risacher, Alex Sarr… y ahora, Noa Essengue. Un potencial que, aunque se asemeje a antiguos compatriotas, es único.
When your dreams become reality 🙏@NoaEssengue‘s first moments as a Chicago Bull: pic.twitter.com/UtQ0NIswBM
— Chicago Bulls (@chicagobulls) June 26, 2025
El ‘pulpo’ del Ratiopharm Ulm subió como la espuma en los últimos meses del proceso del Draft, pasando de finales de primera ronda a incluso top 10. Finalmente salió en el 12, con los Chicago Bulls como franquicia dispuesta a madurar ese talento y potencial que se ha visto que puede ser diferencial en Europa, pero que hay que trasladar a Estados Unidos.
El nuevo eslabón del vanguardismo francés
En una temporada ascendente, Essengue ha dejado claras sus fortalezas. Con sus 2’06 y una envergadura de 2’11, el francés puede alternar las posiciones de 3, 4 e incluso haciendo de pívot en quintetos pequeños. La versatilidad se une a una inteligencia defensiva, de ‘trabajo sucio’, que enamora a los equipos.
En una era de talentos ofensivos, estrellas y expectativas infinitas, Essengue tiene el potencial de, si mejora en ataque, ser uno de los que poco a poco se haga un hueco entre los mejores de la liga en su rol. Comenzó en Ulm detrás de Saraf en importancia de jóvenes y, a base de crecer en pista, se puso la capa de líder en momentos importantes.
Teniendo en cuenta que es del 2006, ha demostrado una madurez en Eurocup difícilmente igualable. 14.5 puntos, 5.4 rebotes, 1.4 robos y 0.6 tapones de media en los 23′ por partido que ha disputado en 18 encuentros, frente a rivales de la talla de Dreamland Gran Canaria (a quien anotó 20 puntos), Hapoel Tel Aviv (19) o Besiktas (19 también).
Meet the young highflyer Noa Essengue 🇫🇷
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Con la ya tónica de poner la lupa en cada aspecto de los jóvenes franceses, en Estados Unidos se dieron cuenta de que en Alemania jugaba un talento que, quitando a Wembanyama, quizá sobrepase al resto de galos en la NBA. Por herramientas, trabajo previo a la liga y mentalidad.
Defensa y trabajo en unos inexpertos Bulls
Essengue llega a Chicago, una franquicia histórica donde la atención se multiplica. Y más en una etapa de reconstrucción, con jóvenes como Giddey, White y, sobre todo Buzelis, llevando la bandera de futuro. En un Draft donde se esperaba que fueran a por un interior como Thomas Sorber o Derik Queen (con Murray-Boyles ya seleccionado), deciden apostar por un ‘4’ que defensivamente enamoró a Karnisovas.
Con la premisa de que Patrick Williams cambiará de camiseta y encontrar cuanto antes un encaje con Matas Buzelis, Essengue tendrá un impacto inmediato. Poco hay que madurar en un jugador que se ha ‘pegado’ con profesionales en Europa cada semana, que ha crecido a base de caerse en Ulm.
Noa Essengue dropped 20 points in an NBA preseason game when he was 17 🔥 pic.twitter.com/2nE1nwa2py
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13.6 puntos y 8.4 rebotes de promedio en las semifinales de la BBL ante Würzburg dejan claros su madurez, el ir de menos a más y terminar siendo una referencia también ofensiva. Defensivamente tiene el molde perfecto para ser importante, con un estilo similar a Bilal Coulibaly, Nico Batum o, echando la vista atrás, los brazos de un Tayshaun Prince que puede ser una comparación realista.
En escasa cantidad de triples que intenta (cerca de 2 por partido), se encuentra cada vez más cómodo tras bote y no recibiendo y aprovechando que las defensas no le ven como una amenaza. Pero en ataque su fuerte es romper hacia el aro y estirarse para que el defensor, como mucho, pueda hacerle falta.
Un nuevo talento francés aterriza en la NBA. Con 18 años, ya ha dejado su huella en Europa, y ahora quiere abrir la boca de los seguidores de una franquicia histórica que aguarda con ganas y una pizca de necesidad la urgencia de que una nueva estrella ilumine un túnel que hace tiempo que dejó de marcar la salida.