Es un lenguaje global, un terreno fértil para el marketing y una plataforma cultural capaz de conectar generaciones. Esto ha favorecido una serie de colaboraciones cada vez más frecuentes entre marcas vinculadas al baloncesto y plataformas de entretenimiento, con acuerdos que van mucho más allá del clásico patrocinio en la camiseta o la venta de derechos televisivos.
Derechos mediáticos y crecimiento económico
La NBA ha renovado recientemente sus acuerdos mediáticos con gigantes como Disney, NBCUniversal y Amazon Prime Video, reforzando la presencia de los partidos tanto en televisión tradicional como en streaming. Se trata de una estrategia que no solo busca ampliar la audiencia, sino garantizar ingresos estables y crecientes a largo plazo, con un valor que supera los 70 mil millones de dólares. Paralelamente, la WNBA ha firmado acuerdos similares, lo que confirma cómo el baloncesto femenino ya se percibe como un sector con alto potencial de crecimiento para inversores y patrocinadores.
Colaboraciones con el gaming y los nuevos formatos digitales
Las colaboraciones no se limitan a la distribución de derechos. La relación entre baloncesto y entretenimiento digital es cada vez más estrecha, como lo demuestra la joint venture entre la NBA y Take-Two Interactive. Esta alianza ha dado lugar a una plataforma que integra esports, eventos en vivo y contenidos multimedia, construyendo un ecosistema capaz de atraer no solo a aficionados, sino también a nuevos socios comerciales.
El videojuego NBA 2K es el emblema de este recorrido: de ser un simple título deportivo se ha transformado en un centro promocional donde aparecen marcas de ropa, compañías tecnológicas e incluso operadores del sector lúdico. Es en este espacio donde, junto a patrocinadores históricos como Nike o Gatorade, también tienen cabida alianzas con realidades que operan en el ámbito de los casino online, interesadas en vincularse al prestigio del baloncesto para reforzar su visibilidad a nivel internacional.
Storytelling y docuseries
Tampoco faltan ejemplos en el ámbito de las docuseries y las producciones audiovisuales. Reebok eligió Netflix para contar, a través de la voz de Shaquille O’Neal, el relanzamiento de la marca en el baloncesto. Un contenido que une storytelling y marketing, mostrando cómo el deporte se convierte en vehículo narrativo para valorizar una marca. La misma lógica guía otros proyectos crossmedia que tienen como protagonistas a atletas, clubes y patrocinadores, cada vez más conscientes del valor económico de las historias capaces de captar la atención de los aficionados.
Patrocinios en los nuevos torneos
También los clubes y las ligas emergentes están recorriendo este camino. La nueva competición femenina “Unrivaled”, dedicada al baloncesto 3 contra 3, ha atraído a patrocinadores de peso como Samsung Galaxy, Under Armour y Wayfair ya en su primera temporada. No se trata solo de logos en las camisetas, sino de alianzas construidas sobre valores compartidos y sobre la capacidad de generar contenidos atractivos, distribuidos luego a través de redes sociales y plataformas digitales. Este modelo se adapta perfectamente a las necesidades de las marcas, que encuentran en el deporte un medio ideal para contar su identidad.
El impacto de las redes sociales y los creadores
Un papel cada vez mayor lo desempeñan también las redes sociales y la economía de los creadores. La NBA, mediante acuerdos con empresas como WSC Sports, pone a disposición horas de contenidos que los creadores pueden reelaborar y difundir, transformando jugadas destacadas y clips en productos virales. Páginas como House of Highlights, vinculadas a Bleacher Report, han demostrado lo poderosa que es la conexión entre baloncesto y entretenimiento breve, generando millones de visualizaciones y atrayendo a patrocinadores globales.
Experiencias inmersivas y nuevos espacios
El futuro parece orientarse hacia una experiencia cada vez más inmersiva. Nuevas realidades como Cosm están creando arenas en las que los eventos deportivos se viven en modalidad de “shared reality”, mezclando imágenes en vivo y realidad aumentada. Aquí las marcas encuentran un terreno privilegiado para experimentar con campañas innovadoras, integrando el deporte en una oferta de entretenimiento que abarca conciertos, espectáculos teatrales y contenidos interactivos.