Por Antonis Stroggylakis / info@eurohoops.net
Cuando eres el líder histórico de la Euroliga tanto en asistencias como en robos y eres aclamado como uno de los mejores bases de la historia de la competición, podrías pensar, con razón, que ya no tienes nada que demostrar.
Sin embargo, Nick Calathes opina lo contrario.
“Siento que todavía tengo algo que demostrar”, declaró Calathes a Eurohoops. “Siento que todavía tengo mucho que dar. El año pasado fue el primero en mi carrera en el que me lesioné. Todavía me encanta el baloncesto. Me encanta jugar con los chicos. Me encanta estar en el vestuario. Obviamente, digamos que ya no soy el tipo que juega 35 minutos como antes. Pero creo que todavía puedo aportar mucho a un equipo”.
“Y yo… lo disfruto. Sigo disfrutándolo. Cuando llegue el momento en que no lo disfrute, seré el primero en decir: ‘Ya no puedo más, lo di todo’. Hasta que ese momento llegue, todavía siento que tengo cosas que dar”.
Mantener el amor por el juego es vital para Calathes.
“Sin duda. Es lo más importante”, admitió Calathes. “Disfrutarlo. Si no lo disfruto, me voy a casa y digo que lo dejé todo. Sigo disfrutándolo, sigo amándolo. Me encanta la competitividad en la cancha. Si estoy sano, me siento genial”.
Calathes fichó por el Partizán de Belgrado a finales de octubre tras su salida del AS Mónaco. Su llegada al equipo serbio propició un reencuentro con el entrenador Zeljko Obradovic por primera vez después de trabajar juntos en el Panathinaikos de Atenas entre 2009 y 2012.
Por aquel entonces, Obradovic ya era una leyenda del baloncesto europeo y Calathes era un novato aguerrido que debutaba como profesional, con ganas de demostrar su valía.
No tenía ni idea de lo que era el baloncesto europeo. Pensaba que era uno de los mejores jugadores universitarios. Y llegué a un equipo como el Panathinaikos… Ni siquiera sabía quién era el Panathinaikos. Pensaba que iba a jugar de inmediato, que iba a mandar, bla, bla, bla. Y no jugué nada el primer año. Me “mataron” en los entrenamientos. No lo disfruté. Pensaba: “No sé si puedo aguantar en Europa. Quizás no sea el equipo adecuado para mí”.
En el segundo año, maduré como jugador y como persona, y empecé a sentir lo que el entrenador quería de mí. Lo que necesitaba y exigía. Y eso me ayudó a crecer. Porque si hubiera jugado antes, habría sido un poco arrogante. Obviamente, él fue una pieza clave para que me convirtiera en el jugador que soy.
En 2011, celebraron el título de la Euroliga con el Panathinaikos. Fue el octavo partido en total para Zoc, pero el primero para Calathes, que entonces tenía 22 años.
Quince años después de conocerse, Obradovic también es diferente en ciertos aspectos, según Calathes.
“Ha cambiado mucho. Está mucho más tranquilo. Veo cosas durante el partido y los entrenamientos. Pensaba que hace quince años habría agarrado a alguien de la oreja o le habría dado un golpe con la carpeta en la cabeza. Ahora es más tranquilo, pero igual de exigente, o incluso más”.
Antes de su segunda etapa con el Panathinaikos, Calathes pasó dos años en la NBA con los Memphis Grizzlies, de 2013 a 2015. Podría haber jugado al menos un año más, pero optó por regresar a los Greens, quienes le hicieron una lucrativa oferta para convencerlo de unirse a ellos como el nuevo líder y sucesor del capitán Dimitris Diamantidis.
“No me arrepiento, pero desearía haberme quedado un año más”, comentó Calathes. “Porque eligieron mi oferta calificada. Obviamente, acepté la del Panathinaikos. Creo que quizás debería haberle dado a la NBA un año más para jugar”.
“Pero no me arrepiento de todo”, añadió Calathes. “Obviamente, el Panathinaikos lo ha hecho todo por mí”.
Otro gran “¿Y si…?” que Calathes planteó fue la final de la Euroliga de 2021, cuando jugaba con el Barcelona.
Calathes tuvo una gran actuación con 17 puntos, seis asistencias y cuatro rebotes en la victoria de semifinales contra el Olimpia Milano, pero sufrió una lesión de tobillo en la final contra el Anadolu Efes. El Blaugrana cayó ante el equipo turco y el base griego cree que el resultado podría haber sido diferente si hubiera jugado con todas sus fuerzas.
“Para ser sincero, es uno de los mayores ‘¿Y si…?’ de mi carrera”, dijo Calathes. Porque creo que si no me hubiera lesionado el tobillo en la semifinal… Creo que teníamos el mejor equipo de toda la temporada. No creo que nadie pudiera ganarnos. Obviamente, el Efes ganó y no les quito nada. Pero creo que esa era mi mayor oportunidad de volver a ganar.