Por Alex Molina/ info@eurohoops.net
En el Palau es otra cosa. El Barça ha mejorado muchísimo su imagen para imponerse al Mónaco por 100-89 y seguir con opciones de clasificarse para la Final Four de Abu Dhabi.
El partido comenzó condicionadísimo por las circunstancias. Gran parte del aficionado culé está pensando más en el fútbol que en el baloncesto, una situación que se ha agravado por la presencia del puente y que ha terminado significando que la presión del público haya sido floja en el inicio y con un ambiente impropio de un partido a vida o muerte en la Euroliga.
Puede que todo esto haya influido en una mejor salida del conjunto visitante, que ya de buen inicio ha demostrado que volvería a apretar al máximo -subiendo hoy sí el tono físico el Barça también- para sentenciar la serie en Barcelona. Con Mike James (20 puntos, 5 rebotes y 12 asistencias) omnipresente y Alpha Diallo manteniendo su inesperado acierto anotador, los monegascos han cerrado el primer cuarto con un 24-27 a su favor. A pesar de que no era mucha la diferencia, sí que tuvieron los visitantes un punto más de ritmo en el juego… pero todo cambió con la llegada del segundo cuarto. El mejor Abrines de la temporada, la versión más concentrada de Willy Hernangómez (19 puntos, 10 rebotes y 31 de valoración) y Justin Anderson y las picaduras de Brizuela comandaron un 17-0 de parcial con el que el Barça le dio la vuelta al encuentro. A pesar de los gritos y desesperación de Spanoulis, el Mónaco no supo como frenar la avalancha azulgrana, que cerró la primera mitad con un 51-39 que incluso sabía a poco.
Que el Barça no era el de Mónaco estaba más que claro, pero hacía falta una demostración más. Cuando el viento sopla a favor, el equipo de Peñarroya vuela, pero cuando recibe un derechazo la cosa cambia y el púgil de hoy era un peso pesado. Mike James siguió con su exhibición ofensiva en el Palau para demostrar que sigue siendo uno de los mejores jugadores de la competición, dominando el juego a base de puntos y lecturas perfectas en ataque. Aun así, el Barça logró cerrar el tercer cuarto con un 74-66 tras una genialidad de Jabari Parker sobre la bocina.
La opción de jugar con Parra de pívot defendiendo a Jaiteh dio sus frutos al Barça, pero si se logró mantener la ventaja de dobles dígitos fue gracias al ataque. Es por eso que con la irrupción de Okobo, el Barça no logró mantener la ventaja de dos dígitos y los nervios de adueñaron del Palau. Una inexistente falta sobre Theis significó el 85-80 a falta de cinco minutos, un escenario no del todo positivo pero que, al fin y al cabo, era el esperable en unos playoffs de la Euroliga. Estaba el partido perfecto para que apareciera finalmente Kevin Punter y el norteamericano no falló a su cita, asumiendo responsabilidades para poner un 96-85 a menos de tres minutos que encarriló el partido al máximo